En medio de las crecientes especulaciones sobre la conformación del futuro gabinete de Javier Milei, el gobernador electo de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, ha lanzado una advertencia contundente en relación con Patricia Bullrich, actual presidenta del PRO. Frigerio afirmó que, en caso de que Bullrich acepte un cargo ministerial en el nuevo gobierno nacional, no podrá continuar liderando el partido.
En declaraciones recientes a Radio Con Vos, Frigerio dejó claro que la dualidad de roles de Bullrich como funcionaria del gobierno y presidenta del PRO no sería viable. «Si Bullrich es funcionaria, no va a poder seguir siendo presidenta del partido», admitió el exministro del Interior, subrayando la necesidad de que cualquier decisión en este sentido sea tomada de manera institucional y consensuada dentro de la coalición.
Esta postura de Frigerio refleja la creciente tensión dentro del PRO, donde numerosas voces ya están considerando la posibilidad de solicitar la renuncia de Bullrich en caso de que acepte un rol ministerial en el futuro gobierno de Milei. La incertidumbre sobre esta cuestión se ve aumentada por la aparente falta de consenso entre los principales actores del partido, como lo evidencian las declaraciones de Mauricio Macri, actualmente en Arabia.
Macri, a través de allegados, ha indicado que las decisiones de Bullrich y Luis «Toto» Caputo son de carácter personal y no han sido consensuadas. Mientras tanto, en la búsqueda de consolidar un cogobierno, Macri estaría esperando la definición final de Milei sobre la composición de su equipo, porque aún no hay nada consensuado.
Larreta lideraría el espacio de JxC que pide la expulsión de Bullrich
En este contexto, figuras prominentes del PRO, como Horacio Rodríguez Larreta y el ala moderada del partido, están considerando la posibilidad de expulsar a Bullrich. La articulación de una posición uniforme dentro de Juntos por el Cambio es una prioridad para los gobernadores del espacio, quienes tienen programada una reunión el próximo martes para abordar estas cuestiones y buscar una postura consensuada entre diputados y senadores del partido.
La incertidumbre sobre el futuro de Bullrich en el PRO arroja sombras sobre el equilibrio interno del partido mientras se aproxima el cambio de gobierno. La tensión entre las facciones progresistas y moderadas del partido se intensifica, dejando entrever un posible choque de visiones sobre la dirección que debe tomar la agrupación política en el nuevo escenario político que se avecina.
