Una de las promesas de campaña de Javier Milei, presidente electo, es que el recorte del déficit lo paguen los políticos y no el resto de la sociedad. Esta fue una iniciativa acompaña por Juntos por el Cambio, al punto tal que la diputada nacional por Tucumán Paula Omodeo propuso que se congelen los salarios de la Cámara de Diputados por un año luego de haber percibido incrementos del 800%.
La dirigente anunció en su cuenta de X: «Esta semana, presenté en la Cámara de Diputados un proyecto para que se congelen las dietas de los diputados nacionales por un año. ¿Cómo es posible que 6 de cada 10 niños viva por debajo de la línea de pobreza? Mientras tenemos un gasto público descontrolado, que supera la recaudación del Estado y que alimenta hace muchos años una inflación que desangra al país», planteó.
«Las medidas tienen que ser drásticas y el primer ajuste de todos lo tiene que hacer la política. Como diputados, tenemos la obligación moral de empezar por ajustar nuestras dietas», añadió la diputada de Juntos por el Cambio, quien también puso el foco específicamente en su provincia, donde también denunció problemas institucionales.
Al respecto, pidió «ser aún más firmes» en Tucumán y arremetió: «No podemos seguir con las mismas reglas de juego. El gasto público no va a bajar en serio y las condiciones no van a cambiar mientras no se reforme la Constitución y el sistema electoral», cuestionó la funcionaria, que es miembro de la Cámara de Diputados desde 2021.
¿Cuánto aumentó el sueldo de los diputados?
Las dietas de los diputados fueron por años una incógnita para la sociedad pero Javier Milei, quien ingresó en la Cámara Baja en 2021, sorteó mes a mes lo que percibía de la política. Su primera transferencia fue de 205.000 pesos, en lo que para ese momento ya era un buen sueldo y fue beneficioso para el ciudadano que salió ganador.
Sin embargo, su dieta de noviembre del 2023, es decir, dos años después, fue de 1.760.000 pesos, lo que representa un incremento del 800% en solo 24 meses, periodo en el cual la inflación acumuló 328,44%. Así, la clase política le ganó por más del doble a la suba de precios generales, una tendencia muy por encima del resto de la sociedad.