La Navidad es una fecha de unión y celebración para los argentinos que todavía están en un momento de transición ante la asunción de Javier Milei a la presidencia. En este marco es que se celebró la Nochebuena en Argentina y la Iglesia Católica, en un día muy especial, envió un mensaje con tinte político para demostrar parte del conflicto social vigente.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispo de San Isidro, Oscar Ojea, aseguró que «no hay modo posible de construir la paz», si el pan no llega principalmente a «todos los chicos y chicas» del país, en referencia a los problemas de pobreza e inflacionarios que se están atravesando.
«Debemos preocuparnos por que el pan llegue a todos, que no haya nadie que no quede sin ese bien primario principalmente nuestros chicos, si no hay modo posible de construir la paz. El Niño Jesús tiene una preocupación especial por la paz, él ha venido a traer la paz», añadió el representante de la Iglesia Católica en un mensaje que representa a la entidad.
En este mismo sentido, el obispo agregó que «tenemos verdaderamente una preocupación seria para que el alimento pueda llegar a todos los chicos y chicas de nuestra Patria. Si no nos preocupamos por ellos, nos despreocupamos, y si nos despreocupamos, seremos hombres y mujeres sin horizonte, hombres y mujeres cuyas vidas no valen la pena», aseveró, según NA.
Para Ojea, «Dios se ha hecho un ser humano y ha venido a compartir la vida con nosotros; desde el comienzo, él ha querido ser un niño como nosotros y vivir la experiencia del nacer. Nosotros no recordamos nuestro nacimiento, pero, es una experiencia dura. Todos nacemos llorando, salimos de un medio como el vientre de mamá y nos enfrentamos con el oxígeno, con la luz que son medios hostiles; nos encontramos solos, pequeños, llorando, con muy poquito peso, dependiendo totalmente de los demás», graficó.
Para finalizar, el representante de la Iglesia le pidió a Dios que le conceda «junto al Niño Jesús rescatar estas preocupaciones esenciales que nos van a llevar a vivir a fondo el misterio de la Nochebuena y de la Navidad, hacernos buenos, configurados con Jesús para poder servir cada día mejor a nuestros hermanos».