El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, anunció hoy cambios significativos en el panorama tarifario del gas en la Argentina y confirmó que se implementarán aumentos considerables en febrero, marzo y abril con el objetivo de reducir drásticamente los subsidios existentes. Además, el Gobierno nacional adelantó modificaciones en el mecanismo de segmentación de subvenciones a partir de abril.
El funcionario nacional del equipo de Javier Milei, durante una audiencia pública, dijo que, actualmente, los usuarios de gas abonan solo el 17,5% del costo de producción en promedio, lo que equivale a aproximadamente US$0,7 por millón de BTU, mientras que el costo real es de US$4. Rodríguez Chirillo destacó que este desequilibrio implica que el 82,5% restante se financie a través del presupuesto nacional, afectando áreas clave como jubilaciones, salud y educación.
Para abordar esta situación, se prevé un «traslado gradual» del costo del gas a las tarifas finales en los próximos 3 meses. Esto implica una reducción del 33% en los subsidios al inicio de cada mes hasta alcanzar el pago total del costo. Aunque el secretario no proporcionó detalles sobre el impacto final en las tarifas, se espera que los usuarios pasen de pagar US$0,7 por millón de BTU a US$4 en mayo.
La «canasta energética» que planea el Gobierno nacional
Adicionalmente, Rodríguez Chirillo cuestionó la segmentación de subsidios realizada por la gestión anterior, señalando que el sistema actual presenta «falencias» y una «superposición de beneficiarios de planes sociales». Anunció cambios en la segmentación a partir de abril, adoptando un enfoque basado en los ingresos totales del grupo conviviente y la creación de una canasta básica energética diferenciada por zonas de consumo.
La canasta se determinará en una cantidad de metros cúbicos (m3) en el caso del gas o de kilovatio hora (kWh) para la electricidad por mes. «Es un subsidio a las personas en situaciones de vulnerabilidad. El subsidio que otorgará el Estado será diferencial y se aplicará cuando el precio de la canasta básica supere un porcentaje determinado de los ingresos totales del grupo conviviente”, argumentó Rodríguez Chirillo.
Estos cambios, junto con la revisión de los contratos de importación de gas con Bolivia y la deuda pendiente de US$230 millones, representan una reconfiguración integral de la política energética del país. La incertidumbre persiste en cuanto a cómo impactarán estos cambios en la vida cotidiana de todos los argentinos, en especial, aquellos que viven en el AMBA.
