El portavoz presidencial Manuel Adorni volvió a cuestionar a la Confederación General del Trabajo (CGT) por el uso político del paro general, algo que ya había hecho el día de ayer, mientras numerosas organizaciones y sindicatos se concentraban para marchar en todo el país. Según los datos que tenía a mano, la convocatoria «representó sólo al 0,19%«, ya que únicamente se reunieron «40.000 personas» para reclamar en contra del Gobierno recientemente asumido.
«Para nosotros transcurrió tal como yo había previsto en la conferencia de ayer, un día prácticamente normal. La movilización duró aproximadamente tres horas, el transporte funcionó con normalidad hasta las 19 horas, y prácticamente la vida comercial ha sido normal. Incluso los informes de diferentes asociaciones indican que el acatamiento ha sido muy bajo», expuso en su habitual conferencia de prensa. Además, agradeció a los trabajadores que no adhirieron y que siguen confiando en la gestión de Javier Milei.
«Todavía hay una minoría que no logra metabolizar el resultado de la elección», dijo al poner en tela de juicio las declaraciones del sindicalista Pablo Moyano en contra del ministro de Economía Luis Caputo. Durante el acto, el secretario general de Camioneros mencionó que, de seguirse realizando el ajuste, los trabajadores llevarían al ministro en andas, «pero para tirarlo al riachuelo». «Estas cuestiones son meros espasmos de una casta sindical que está en retirada», apuntó.
Nueva fiscalía y diálogo con la CGT
Por otro lado, Manuel Adorni anunció que el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, le sugerirá a Eduardo Casal, procurador general de la Nación, la creación de una fiscalía especial que se ocupe de investigar la corrupción de los funcionarios públicos nacionales y provinciales. La entidad se ocuparía, especialmente, de investigar delitos de enriquecimiento ilícito e incrementos patrimoniales no justificados.
Con respecto al posible diálogo con la CGT, el vocero volvió a desestimar un acercamiento, sobre todo después de la amenaza de Moyano. «De todas maneras, entendemos que es una parte del sindicalismo que no quiere perder privilegios. Pero decir que van a revolear a un ministro al riachuelo es extremadamente violento», cuestionó.
Por último, Adorni se refirió al desplazamiento de las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud «por diferencias de criterios». «El presidente busca que trabajen los mejores en cada área. Cuando considera que una persona tiene que ser removida por alguna persona más capacitada, eso va a ocurrir. Ocurrió en este caso y va a seguir ocurriendo en un montón de casos más. No hay que sorprenderse de eso. Buscamos a los mejores en cada una de las posiciones», subrayó. Al ser un área que maneja una caja millonaria para sindicatos, el portavoz aclaró que «no hay ningún tipo de venganza en reacción al paro».
