En el Gobierno nacional están tratando de combatir una elevada inflación que recibieron del exministro de Economía Sergio Massa. Desde Casa Rosada confían en que el libre mercado regulará los precios, pero, de todos modos, le hicieron un pedido a las petroleras para evitar que los aumentos en combustibles, como nafta y gasoil, sean tan altos que afecte a todos los rubros que requieren transporte.
Precisamente, le pidieron a las petroleras que «moderen» sus aumentos para no perjudicar más a los argentinos que ya atraviesan una situación social y económica compleja. Cabe mencionar que no exigieron que frenen los aumentos, sino que sean en una medida más recortada para que el impacto al bolsillo no sea tan grave como lo fue recientemente,
Esta situación provoca que el cronograma acordado que establecía llegar a la paridad de exportación en marzo sea cambiado por uno más extenso. La llegada de la administración libertaria al poder el 10 de diciembre significó una secuencia de subas aceleradas para los costos de la nafta y el gasoil, un producto esencial para gran parte de la sociedad.
En la Ciudad de Buenos Aires, YPF incrementó el precio de la nafta Premium en reiteradas oportunidades: un 13% el 25 de noviembre, seguido de un 26,3% el 8 de diciembre y un adicional de 37% el 13 de diciembre. Luego, hubo una nueva suba del 26% y el 1º de este mes, un ajuste del 6,5%, con una actualización de impuestos. Finalmente, este combustible sufrió paso de estar $349 a $918 en dos meses, lo que significa un incremento del 163%.
Según NA, la empresa estatal les comunicó a las petroleras no integradas que en marzo la paridad de exportación como estaba previsto, sino que se realizará de forma lenta. Sin embargo, advierten que en los últimos aumentos no se tomó e cuenta el crawling peg, es decir, la suba paulatina del cambio oficial que los hizo quedar retrasados un 2%.
