El presidente Javier Milei retornó este martes por la mañana al país luego de ausentarse por una semana en el marco de lo que fue su primera gira internacional por Israel e Italia. Con un saldo positivo de su salida al exterior, que incluyó una visita al papa Francisco, el mandatario vuelve a interiorizarse en la agenda doméstica con la intención de avanzar en un nuevo rediseño del Gobierno.
A las 8:05 hora local aterrizó el vuelo de la compañía ITA Airways que trajo al jefe de Estado desde Roma, y tras los aplausos al piloto, el presidente decidió saludar uno a uno a los pasajeros con los que compartió el viaje que le devolvieron el gesto con palabras de apoyo, informó NA.
Tras su audiencia con Francisco, con la que el Gobierno quedó por demás satisfecho, y luego de haber cumplido con las bilaterales con su par italiano, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni, Milei deberá encarar los nuevos desafíos que presenta la administración libertaria que analiza la incorporación de nuevos actores.
En la gira, Milei estuvo acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; la canciller Diana Mondino; el ministro del Interior, Guillermo Francos; y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. El día después de la reunión con el sumo pontífice, el secretario de Culto, Francisco Sánchez, destacó la cordialidad de la misma.
«Fue una reunión muy amena, muy cordial. Cuando nuestra comitiva ingresó a saludar al Santo Padre y a tomar la foto fue un momento muy bueno porque nos dedicó un chiste a cada uno de nosotros, sabiendo a quienes recibía», planteó en declaraciones radiales. En la misma línea, vaticinó que el Papa podría visitar Argentina en agosto, previo al sínodo de obispos que se realiza en octubre y que debe presidir, aunque aclaró que se trata de una estimación personal.
Asimismo, destacó el perdón de Francisco a los insultos propiciados por Milei en plena campaña electoral, quien lo llamó «el representante del maligno en la tierra». «Somos de una tradición judeocristiana donde la reconciliación es parte de nuestra tradición: tanto el pecado como el perdón son parte de nuestra tradición», argumentó.
Sánchez hizo eco además de los cuestionamientos de la Iglesia y admitió que todos los actores de la sociedad deben estar «preocupados por la situación económica y social y las derivaciones que la situación acarrea». «No basta con lo que se haga desde el Estado, hay que ponerle un gran esfuerzo desde todos los sectores. Solucionarlo nos va a llevar mucho tiempo», concluyó.
