Criar a un bebé ya cuesta más de $ 200.000 por mes, según una canasta de crianza elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La misma se publicó este sábado, luego de una semana en la que se conocieron el índice de inflación de enero (20,6% intermensual y 254,2% interanual [i.a.]) y las canastas básicas alimentaria (18,6% intermensual y 296,4% i.a.) y total (20,4% intermensual y 264,9% i.a.), también correspondientes al primer mes del año.
La cuenta de la canasta de crianza supera los $ 266.000 cuando se trata de preadolescentes. El estudio presenta la valorización de la canasta de crianza de la primera infancia, la niñez y la adolescencia (0 a 12 años). Incluye tanto el costo mensual para adquirir los bienes como el costo de cuidado que surge a partir de la valorización del tiempo requerido para dicha actividad.
El último dato presentado por el organismo indica que para criar a un menor de un año el costo equivale a $ 208.489 mensuales. Ese valor se compone por $ 67.601 en concepto de bienes y servicios; y $ 140.887 por los gastos de cuidado. Cuando se trata de niños de 1 a 3 años el costo es mayor. Tras los últimos aumentos se necesitan $ 248.303 por mes por cada hijo de esa edad. En ese caso, los bienes y servicios presentan un valor de $ 87.289, mientras que el costo del cuidado asciende a $ 161.014.
El costo baja de forma pronunciada en el rango etario de 4 a 5 años. De acuerdo con los datos publicados por el organismo, los niños de esa edad demandan $ 111.173 mensuales por bienes y servicios, más $ 100.634 por cuidados, lo que suma un total de $ 211.807 pesos. En tanto, los niños más grandes, que van del rango de 6 a 12 años, demandan un gasto mensual de $ 266.263, conformado por $ 128.352 de cuidados y $ 137.911 de bienes y servicios.
Aunque los números son elevados (superan al salario mínimo vital y móvil de $ 156.000) mantienen un ritmo de incremento menor al de la inflación general. La canasta de crianza de un menor de un año, por ejemplo, pasó de $ 197.046 en diciembre de 2023 a $ 208.489 en enero de este año, lo que marcó una suba de “sólo” 5,80%.
En diciembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo un incremento de 25,5%, mientras que en enero el alza fue del 20.6%. La de diciembre fue la variación mensual más alta desde la salida de la convertibilidad. Eso quiere decir que los gastos asociados a la niñez tuvieron una suba 19,7 puntos porcentuales inferior a la inflación general.
Si se analizan los resultados en detalle, la gran diferencia entre la canasta de crianza y el IPC se produjo en el costo asociado al cuidado. Eso se mantuvo fijo en $ 140.887 entre diciembre y enero (niños de menos de un año). En cambio, los bienes y servicios avanzaron 20,37%, pasando de $ 56.158 a $ 67.601 entre diciembre y enero. La misma tendencia se observa en los diferentes rangos etarios.
Si se hace una comparación de largo plazo, se confirma que el costo de mantener un hijo sube casi siempre por debajo del IPC. Tomando como referencia los últimos 12 meses, se encuentra que entre enero de 2023 y de 2024, el costo de crianza de un bebé menor de un año pasó de $ 74.985 a $ 208.489, 178,04% más. La diferencia se explica siempre por los costos de cuidados, mientras que los bienes y servicios tienden a subir a un ritmo similar al resto de los precios de la economía.