Hace tan solo algunas semanas, comenzó a viralizarse en las redes sociales una entrevista que había brindado Gonzalo Valenzuela, el ex de Juana Viale, en un medio chileno, revelando que su hijo Silvestre padece de epilepsia. Fue en el programa de Pamela David, Desayuno Americano, donde se manifestaron al respecto.
«Hoy vamos a hablar sobre la epilepsia para conocer un poco más a raíz de las declaraciones de Gonzalo Valenzuela por su hijo Silvestre», comenzó diciendo la presentadora. «Esto fue el año pasado, pero ahora en los últimos días se viralizó la entrevista sobre esta condición de su hijo», sostuvo una de las panelistas, Julieta Navarro. «Cuando lo cuenta es muy fuerte, qué poco sabemos de la epilepsia» sostuvo Pamela.
Fue allí cuando se expuso la palabra del actor chileno. «Fue una experiencia traumática, yo no sabía nada. Estaba solo con él y cambió nuestras vidas para siempre. Súper fuerte. Yo estaba acá, en mi casa, y mis hijos me pidieron dormir en mi cama. Cuando me fui a acostar, desperté con unos golpes y no entendía qué estaba pasando», aclaró Gonzalo Valenzuela.
«Silvestre estaba en un estado irreconocible. Se me paralizó el cuerpo, lo agarré en brazos para que su hermano no despertara. Salí corriendo con él. Pensé que se me había muerto en un minuto; estaba pálido, con los labios morados, los ojos desorbitados. Luego de que terminaron las convulsiones estuvo inconsciente mucho rato después del ataque», sostuvo el ex de Juana Viale.
«Salí y había un amigo, un vecino, que nos llevó a la clínica a las 4 de la mañana. Al saber que era epilepsia me calmé un poco. Pero había que hacer estudios para saber cuál era, hay distintos grados. Fueron cuatro días de espera muy angustiantes, de los resultados. Empieza uno a descubrir un mundo nuevo. La incertidumbre es un lugar muy complejo de habitar», finalizó el artista.
Después de escuchar este relato, Pamela David quiso saber más de la enfermedad y dialogó con Tommy Killner, quien también la padece. «En mi caso comenzó en octubre del 2022. Me levanté medio temprano, llamé a mi papá, le conté que me sentía mal. Me dijo que me quedara acostado. A la media hora le mandé una foto y le mostré que estaba con la cabeza sangrando», dijo.
«Cuando llegó estaba con la cabeza abierta porque me había pegado un golpe por un ataque de epilepsia. Pero yo no me acuerdo. Yo tuve cuatro ataques, lo que me pasa es que cuando me levanto no tengo idea de lo que me pasó. A principio tenía mucho miedo, no saber cuándo te va a pasar», sentenció.