Ángel Di María no vive horas felices. El histórico jugador de la Selección Argentina, que está en Los Angeles para disputar el segundo amistoso del equipo nacional en esta gira por Estados Unidos contra Costa Rica, vio como su familia recibía una amenaza narco en Rosario. Tras conocerse el ataque, destinado a amedrentar a Di María y evitar una posible vuelta a la ciudad para jugar en Rosario Central, se conoció una reacción de su esposa, Jorgelina Cardoso.
«Ayer hablé con la mujer de Di María. La verdad que es una charla en off, no puedo contar todo lo que me dijo. Pero voy a leer el último renglón, que es fuerte», arrancó el periodista Santiago Sposato en Radio La Red. Y el mensaje de la esposa de Di María fue elocuente. «No puedo hablar ni contar. Es mucho más grave que lo que saben por las noticias. Perdonen y gracias por entender mi silencio».
Además, el periodista advirtió que tanto Jorgelina como Ángel están pasando un mal momento por esta situación. «Está muy mal ella y muy mal él anímicamente», contó Sposato. Sin embargo, ninguno habló públicamente del tema y posiblemente no lo hagan para evitar mayor publicidad al asunto. «Hay una bajada de no mostrar los mensajes que muestran los narcos», advirtieron en La Red.
La amenaza a Di María
«Después de la madrugada en el country Miraflores, donde viven el 70 y 80% de futbolistas de alta jerarquía, sobre todo aquellos que han vivido en Europa, dejaron una carta que decía «Familia Di María»», informó Fernando Carrafiello, periodista que sigue la actualidad de Rosario, en Radio La Red. La misiva iba destinada al padre del futbolista de la Selección Argentina, con un mensaje claro.
«Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más, porque si no le cagamos matando a un familiar. Ni Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muerte tiramos», decía el mensaje, en el que se amenazaba directamente a Di María y se mencionaba al gobernador de Santa Fe, quien está en una pelea directa con bandas narco tras realizar cambios en las condiciones de vivienda de los presos en las cárceles provinciales.