La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, arrojó nuevos datos sobre el intento de atentado que tuvo lugar en Casa Rosada el jueves 4 de abril. En horas de la tarde, un hombre había intentado entrar al edificio donde tiene su oficina el presidente Javier Milei y varios de los miembros de su gabinete.
El episodio que tomó lugar el jueves 4 fue bastante simple: un hombre intentó entrar al edificio del Poder Ejecutivo armado con un machete y otros objetos punzantes para realizar un atentado contra el presidente. El hombre fue detenido momentos después por miembros de seguridad de Casa Rosada y la policía.
Según declararon algunos testigos, el detenido había expresado su intento de matar al presidente. El detenido, de 29 años, gritó «Soy Dios y voy a matar al presidente». Mientras todo esto sucedía, la ministra de Seguridad se preparaba para dar una conferencia junto al gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro.
“VOY A COMETER UN ATENTADO”
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) April 4, 2024
Se acercó a la Casa Rosada con un machete y otros elementos punzantes y la oficial de la PFA Yanina Violante, al visualizar el mango en la mochila del atacante, impidió su avance y lo redujo. ¡Felicitaciones a la cabo Violante! pic.twitter.com/2UuHbcoLdU
En un dialogo con La Nación, Patricia Bullrich comentó más detalles sobre el hecho. «Estábamos en el Comité de Crisis y nos llega el mensaje urgente de una efectivo de la Policía Federal. Estaba haciendo guardia en la Casa Rosada y ve que se acerca al trote una persona con una mochila, estaba hablando y decía «Voy a hacer un atentado», y de la mochila salía un elemento punzante», cuenta la ministra.
Una de las grandes incógnitas del hecho es el estado psicológico del detenido, ya que lo que dijo antes y después de ser aprehendido puede leerse como signo de inestabilidad. Respecto a esto, Bullrich comentó: «Había una primera evaluación de que la persona podía tener algún desequilibrio. Estas personas pueden ser enormemente peligrosas, uno puede decir «No había intención porque la persona no tiene equilibrio para pensar lo que hace, pero el riesgo para terceros es enorme». Hay una primera evaluación de que la persona estaría un poco desequilibrada y en situación de calle«.