Rafa Nadal es uno de los mejores deportistas de la historia. El mallorquín, ganador de 14 ediciones de Roland Garros y 22 de Grand Slam, es el mejor tenista sobre polvo de ladrillo de todos los tiempos y un atleta legendario por su éxito, su constancia y su carisma. Pero ya en el final de su carrera, las lesiones lo vienen castigando. Y parece cada vez más difícil volver a verlo en su mejor forma.
«Están siendo tiempos difíciles para mí deportivamente hablando», dijo Nadal en un comunicado subido a sus redes sociales. El español anunció en las últimas horas que no será de la partida en el Masters 1000 de Montecarlo, primer gran torneo de la gira de polvo de ladrillo y que ganó 11 veces en su carrera. «Desgraciadamente os comunico que no voy a jugar en Montecarlo. Simplemente mi cuerpo no me deja», lamentó Rafa.
Nadal viene de un 2023 en el que casi no jugó por una lesión en el psoas ilíaco y anunció que posiblemente esta fuera su última temporada como profesional. Tras un inicio con ilusión en Australia, una nueva lesión lo obligó a quedar fuera de competencias. Y pese a que viene entrenándose, no consigue llegar a una forma ideal y por eso no quiere volver a competir aun.
El dolor de Rafa Nadal
«Aunque sigo trabajando y esforzándome al máximo cada día con la ilusión de poder competir en torneos que han sido muy importantes para mí, la realidad es que a día de hoy no puedo», agregó Nadal en su comunicado. La esperanza de Rafa es llegar a la gira previa a Roland Garros y los Juegos Olímpicos en condiciones, pero el físico parece decirle otra cosa.
«No me queda más que aceptar la situación e intentar mirar hacia el futuro inmediato manteniendo la ilusión y las ganas para darme la oportunidad de que las cosas mejoren. Un abrazo fuerte a todos y ¡gracias por el cariño y apoyo siempre!», cerró Nadal en su mensaje. Ilusionado y siempre realista, pero consciente a la vez de que el final cada vez está más cerca.
