Barracas Central es mirado de reojo por todo el fútbol argentino al ser el equipo del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Chiqui Tapia. Así como en su momento con Arsenal y Julio Grondona, el «Guapo» es observado por arbitrajes favorables, más allá de ser un muy buen equipo, competitivo y que batalla con sus armas contra todos. Pero este domingo, en su triunfo 3 a 2 contra Instituto, se dio una gran polémica.
Barracas arrancó ganando gracias a un gol de Alan Cantero a la salida de un tiro de esquina. Si bien el arquero Manuel Roffo protestó por una supuesta falta en la salida, no hubo infracción y el árbitro del partido, Luis Lobo Medina, convalidó el tanto con corrección. La Gloria pudo llegar al empate, pero entre el palo y la ineficacia de sus atacantes, lo pagaría en el arco propio.
Lucas Brochero y Miguel Brizuela en contra ampliaron la ventaja para Barracas, que con el 3 a 0 parecía tener todo definido a su favor. Sin embargo, en los minutos finales, Instituto descontó dos veces y se puso a tiro del empate. Facundo Suárez y Rodrigo Insúa, en contra, pusieron el 3 a 2 parcial. Y en el minuto 41 se dio la gran polémica del partido.
La polémica que favoreció a Barracas
Santiago Rodríguez encaró en el área e Insúa le quiso sacar la pelota, pero el atacante de Instituto la punteó. Y cayó en el área, pidiendo penal. El árbitro no cobró nada y Fernando Echenique, en el VAR, tampoco corrigió. Pero la repetición dejó la sensación de un contacto del pie de Insúa contra la pierna de Rodríguez y debería haberse sancionado penal.
El fallo favoreció a Barracas, que terminó ganando 3 a 2 y se trepó al segundo puesto de la zona A a una fecha del final. Y perjudicó a todos sus rivales en la pelea por clasificar a cuartos de final, entre ellos River e Independiente. Todo Instituto protestó al final, con expulsión para Jonás Acevedo incluida. Y desde afuera, todos los rivales de Barracas también estallaron de bronca.
