La Argentina se sitúa en el panorama laboral latinoamericano con una tasa de trabajo en negro del 50%, en consonancia con la media de la región, salvo por Chile, que destaca con cifras significativamente inferiores. Este dato refleja una problemática extendida en la región, donde la informalidad en el empleo es una constante con porcentajes que superan el 70% en varios países del Pacífico.
El informe de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), también revela que la recuperación económica pospandemia ha sido impulsada en gran medida por el empleo informal, siendo Ecuador el país con mayor participación de este tipo de empleo en la recuperación, seguido por la Argentina y Bolivia. Sin embargo, estas cifras ocultan desafíos importantes, como las brechas de género, la desocupación juvenil y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.
La obsesión por bajar el déficit fiscal recae en una fuerte recesión y, en consecuencia, sube el desempleo
En este contexto, la recesión económica que enfrenta el país amenaza con aumentar aún más la informalidad laboral y el desempleo, especialmente con los recortes en el sector público y la paralización de obras de infraestructura. Se estima que la situación podría empeorar con la continuación de estas políticas económicas.
Además, la verdadera tasa de desempleo podría ser mucho mayor de lo que indican las cifras oficiales, ya que no se contabilizan adecuadamente los beneficiarios de planes sociales ni los empleados del sector público. Economistas advierten que si se considerara a estos grupos, la tasa de desempleo se incrementaría significativamente.
¿Cuál es la verdadera tasa de desempleo? Las estadísticas oficiales sitúan esta tasa en un 6%, pero el cálculo no incluye a quienes reciben planes sociales, ni a los aproximadamente 3 millones de personas que han ingresado al empleo público. Si se considerara a todos estos grupos, habría unos cuatro millones más de desocupados o personas enfrentando problemas reales de empleo.
Por lo tanto, si se tomara en cuenta todo el empleo público creado en la última década, además de los beneficiarios del plan Potenciar Trabajo, la tasa de desempleo se elevaría al 16%, es decir, tres veces más que la cifra oficial.
Ante esta realidad, se hacen necesarias medidas integrales que promuevan la creación de empleo formal, protejan los derechos laborales y combatan la precarización. El fortalecimiento de las instituciones laborales, el diálogo social y la coordinación de políticas activas son fundamentales para abordar esta problemática de manera efectiva y garantizar un futuro laboral más justo y equitativo para todos los argentinos.