Matías Martin tuvo una invitada de lujo en «Todo pasa», su programa radial en Urbana Play, y escuchó un relato conmovedor que no dejó a nadie indiferente. Se trata de Caramelito Carrizo, quien fue a hablar de su unipersonal inspirado en algunas situaciones fuertes que vivió con su hermano: Martín Carrizo.
Después de una larga lucha en lo que respecta a su salud, el hermano de Caramelito falleció y la famosa se encargó de seguir recordando el episodio que marcó un antes y un después en su vida. «Todo lo que me resultaba imposible de soportar lo escribía o lo miraba a él y le decía ‘decime lo que queres'», relató la famosa.
«Mi obra comienza desde el día que nací hasta el día que muere Martín. Estamos ensayando muchísimo, esto es un texto que está escrito mucho cuidado y orden», le aclaró Cecilia a Matías. Además, la intérprete comentó que se trata de un proyecto al que le puso toda su emoción: «Llevo 30 trabajando en la actuación, es escribir y todo eso fue mi recorrido artístico».
«Tuve la necesidad de escribir este unipersonal porque es como si fuese el compilado de todo lo que soy. Es a través de lo que me transformó la vida a partir de lo que me pasó con mi hermano, de hecho hay un momento digo lo que siento: yo me morí con él. La hermana que fui, murió con él. Quien queda con todo esto es la que hoy quiere contar», señaló posteriormente frente a la mirada atenta de los presentes en el estudio.
Nuevo comienzo
A pesar del episodio duro que le tocó vivir, Caramelito elige mantener los mejores recuerdos de Martín en cada actividad que emprende día a día: «Empecé a vivir sin él, empecé a capitalizar todo lo que tenía con él y al momento de no tenerlo físicamente lo empecé a buscar dentro mío. Me pasa que lo escucho, escucho lo que me diría».
«Desde lo que yo entendí que era mejor para él…. era respetar la decisión de él. Ahí hay un ser que trasciende un cuerpo, la voluntad está más allá del cuerpo. Culpa no, amor absoluto. Me enseñó a jugar al fútbol, él me enseñó a atajar. Constantemente sucedía el cuestionamiento del tratamiento, pero él me decía que siguiera adelante. Fue un año entero. Él me enseñó todo, a diferenciar un buen audio de lo que no lo es, a distinguir los instrumentos, a grabar. Nuestros discos son una locura, son una belleza», recordó la colega de Matías Martín con los ojos vidriosos.