Realmente fuertísimo fue lo que se vivió en Telefe, más precisamente en La Peña de Morfi, el programa que lleva adelante Lizy Tagliani. Allí, en un mano a mano con su compañero Diego Leuco, no dudó en recordar a su madre en el día en el que hubiera cumplido años.
«Mi mamá nunca dejaba que yo le dijera papá a sus parejas. No permitía que nadie ocupe ese lugar. No quería que me encariñara porque no sabía cuándo tiempo iba durar… además porque nunca iban a ser mis padres. En la casa de uno de ellos es donde nos cambió la vida», comenzó diciendo.
«Nosotros vivíamos en un lugarcito muy pequeño. En una piecita… La puerta era de chapa y se cerraba con un candado. Mi mamá compró a crédito, un sweater amarillo, una pollera y a mí me compró un pantaloncito, un buzo y una televisión que venía con radio. Nos sentamos en casa, sacamos todos, pusimos la antena… entró alguien y nos vació la casa en nuestra propia cara», comentó.
«Nos arrebataron todo lo que mi mamá había comprado con tanto esfuerzo. Entre todas las cosas que había pasado, ella me miró… empezó a armar todo en el bolso y me dijo ‘nos vamos. Ves esa puerta, la vamos a cruzar hoy y nunca más vamos a volver. Fuimos a la casa de don José, que era donde ella trabajaba y después se casó con él», dijo Lizy.
«Yo nunca me lo pude perdonar porque no pude encontrar más a mis dos gatitos. Estuve mucho tiempo pensando en ellos. Nunca me faltó nada, nunca me hizo saber que éramos pobres», aseveró la comediante. Fue en ese momento cuando se vivió un momento de mucha angustia, ya que Lizy Tagliani rompió en llanto al hablar de lo que le duele hasta el día de hoy.
«Lo que más me duele es que no siempre estuve así de orgullosa de ella. Me daba mucha vergüenza… me daba vergüenza salir a comprar con las notitas, ella no sabía ni leer ni escribir. Aprendió algunas cositas. Yo sentía que pertenecía a otro mundo y que mi mamá no era para mí. Me avergonzaba mucho y es lo que más me apena, yo no sabía por todo lo que ella pasaba. Era capaz de cualquier cosa por mí», aclaró.
«Yo me amigué mucho con mi mamá. Sentía que ella se agotó, que se dio por vencida y una vez que me dio todas las herramientas como que se dejó ir. Estaba muy cansada, muy agotada, como que no quería seguir. Yo sé que ella está, su energía. Es un homenaje que le hago todos los días…», aclaró entre lágrimas.