Un fin de semana muy fuerte fue el que atravesaron Fabiana Liuzzi y Luis Ventura debido a que junto a su pequeño hijo Antonito, quien padece una encefalopatía crónica, a ver a Leda Bergonzi, considerada como «la mujer de los milagros”, en la misa que brindó en la Basílica Nuestra Señora de Lourdes en Santos Lugares.
«Acá estaba mi principito, ésta vez con una misión, ser bendecido por @leda_bergonzi, una mujer increíble. Llena del Espíritu Santo. En la segunda foto quería compartir el lunar en forma de corazón con que Antoñito nació en su cabeza… quería agradecer a tanta gente que se acercó a saludarnos y colaboraban para que Toni pudiese pasar, con la ayuda de Dios y el amor de la gente para con mi hijo, lo logramos. ¡¡¡Fue muy emocionante!!! Un día especial que quedará grabado en el paso por esta vida. Gracias», comentó en sus redes sociales, más precisamente en su cuenta de Instagram.
Fue en una charla con Teleshow, donde Fabiana Liuzzi dio todos los detalles al respecto. «Caímos los dos de rodillas. Hace rato que tenía pensado viajar a Rosario para llevar a Antonito porque me gustó cuando vi a Leda en videos. La convocatoria fue multitudinaria y cada cuadra que caminábamos para llegar era emocionante. Vimos una puerta para entrar, porque ‘Tony’ tenía prioridad, pero también es cierto que había mucha gente con el mismo caso y gente con sillas de ruedas. Era realmente conmovedor. No se podía llegar, íbamos viendo por donde ingresar», comenzó diciendo.
«En el camino me quedé asombrada porque Antonito genera algo que me pasó siempre y, con el correr del tiempo, me está pasando cada vez más: el cariño y el amor que la gente le tiene a mi hijo. Cuando subimos con Luis (Ventura) alguna foto en las redes sociales es tremenda la cantidad de mensajes de amor que nos dejan, y eso nos pasaba alrededor de la iglesia. ‘¡Tiene que entrar Antonito!’, decían a pesar de la multitud que había. Estuvimos varias horas afuera hasta que dos señoras que estaban cerca de la puerta nos cedieron el lugar. Una vez que ingresamos, las colaboradoras de Leda, para mi sorpresa, conocían a Antonito, le dieron la bienvenida y lo abrazaron», dijo la rubia.
Sin rodeos, Liuzzi dio más detalles. «Sentí que fueron como enviadas de Dios. Él nos allanó el camino porque fue un privilegio entrar a la iglesia. Una vez ahí, escuchábamos a Leda cantar afuera hasta que entró. Verla fue impactante: es un ser lleno de luz que te transmite esa energía divina del cielo. Nos quedamos en nuestro lugar hasta que en un momento nos vinieron a buscar y nos dijeron que nos paráramos adelante donde quedamos primeros en la fila. Leda nos miró, vi como una sonrisa en su rostro y vino primero hacia nosotros, le agarró la cabecita a Tony y empezó a orar y hablar en otras lenguas, que significa el don del Espíritu Santo. A mí se me empezaron a aflojar las piernas, puso su mano en mi corazón y empezó a orar, y caí en cámara lenta como arrodillada», confirmó sobre este encuentro.
«Caímos los dos con Antonito, y luego quedamos con una paz interior terrible. Al salir vi a mi amiga acostada en el piso como le pasó a otras personas. Fue una experiencia emocionante. Cuando Tony nació se le formó un corazón en la cabeza. Desde su nacimiento hasta el día de hoy se me presentan corazones en todos lados, se me cae algo y mancho el piso, es en forma de corazón; dejo un jabón y cuando lo voy a agarrar está en forma de corazón, se me cae mermelada y se forma un corazón”, reveló.
«Tony va y se arrodilla solo, se quedó quietito, luego se levantó y fue hacia ese corazón y se quedó mirándolo. Siempre digo que mi hijo es especial porque tiene una patología, pero más especial es porque es un ángel de la tierra que tiene una mirada, sus manitos y su piel de porcelana. Para mí es la bendición más grande que pude haber tenido. Es un ser lleno de luz que lo demuestra con el cariño. Me conmueve el amor que genera en la gente porque colaboró mucho para que Tony pueda ingresar», sentenció Fabiana Liuzzi.