Las versiones sobre un posible desplazamiento del jefe de Gabinete, Nicolás Posee, continuaron intensificándose este viernes. Fuentes cercanas al presidente Javier Milei reconocieron la necesidad de un perfil más visible y mediático en el cargo, lo cual refuerza la sensación de que la salida de Posee es inminente.
«Se necesita un jefe de Gabinete más vocero, con más exposición«, admitió un alto funcionario libertario en una conversación con periodistas, entre ellos NA. En la Casa Rosada, la expectativa es que la salida de Posee ya está decidida, quedando solo pendiente el momento exacto de su anuncio.
Ante esta situación, han comenzado a surgir nombres de posibles sucesores. Entre los candidatos más mencionados se encuentran el actual ministro del Interior, Guillermo Francos, y el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo «Lule» Menem. Ambos son vistos como figuras capaces de asumir un rol más activo y visible.
Desde la llegada de Posee al cargo el 10 de diciembre, su perfil bajo ha generado críticas. Pasaron meses antes de que hablara en público, y su primera aparición significativa fue apenas la semana pasada, durante su informe de gestión en el Congreso. Esta falta de visibilidad y el desempeño en su gestión han llevado al gobierno a buscar alguien más proactivo y locuaz, para acompañar en la defensa diaria de las políticas del Ejecutivo. Hasta ahora, esa tarea ha recaído casi exclusivamente en el vocero Manuel Adorni.
La ausencia de Posee en la reciente presentación del libro del presidente Milei en el Luna Park, evento que contó con la presencia de la cúpula gubernamental, avivó aún más las especulaciones sobre su desplazamiento. En este contexto, algunos han sugerido nombres adicionales, como el de Patricia Bullrich, que tiene un perfil adecuado para enfrentar a los medios y defender al Gobierno. Sin embargo, su excelente desempeño en el Ministerio de Seguridad la mantiene en su puesto actual, según fuentes cercanas a Milei.
La potencial salida de Posee se perfila como la segunda baja significativa en los primeros cinco meses de la administración libertaria, tras la partida de Guillermo Ferraro del Ministerio de Infraestructura de la Nación. Esta decisión podría marcar un punto de inflexión en la estrategia comunicacional del gobierno de Javier Milei, enfatizando la necesidad de mayor presencia y exposición mediática en su equipo más cercano.
