Sincera, directa y sin tapujos. De esta manera es como se mostró Flor Torrente en una nota que brindó para Teleshow y que fue replicada en Socios del Espectáculo, el programa que llevan adelante Adrián Pallares y Rodrigo Lussich en Canal Trece. Allí, hizo referencia a lo que atravesó tras lo sucedido con Nicolás Cabré, con quien estuvo en pareja y de quien se desilusionó cuando él comenzó un vínculo con Soledad Fandiño.
«A mis 18 años fue el primer cachetazo fuerte que te da la vida… tuve que enfrentar cosas de mi familia muy dolorosas y muy fuertes. Mi mamá se estaba separando de Adrián y yo me había separado de mi primer vínculo de pareja… Nicolás. Fue todo muy expuesto y yo no estaba preparada para eso», comenzó exponiendo.
«Y sufrí mucho las dos, porque de pronto todo fue muy violento. Nuestras vidas se exponían sin límites. Cada dolor se hacía visible. Los fotógrafos nos perseguían con sus autos y la diaria se hacía incómoda. Realmente molesta. A esa edad, en la que uno no tiene mucha idea del mundo, yo no estaba preparada para eso», sostuvo Flor Torrente.
Sin tapujos, la hija de Araceli González decidió ir por más. «Fue el primer cachetazo de la vida. De esos que, de tan fuertes, te obligan no solo a aceptar que ya no sos un niño, sino también a que hay temas de los que hay que hacerse cargo y saber abrir espacio para descubrir mucho más de uno mismo. Yo no quería salir de casa. Estaba inmersa en una profunda tristeza. Había determinadas cuestiones que mi cerebro no podía procesar. Y esa tristeza atacó mi organismo. Me quitó el hambre al punto de padecer anorexia nerviosa», dijo.
«Yo no era capaz ni de tomar agua… Nunca voy a olvidar esa sensación. Mamá me decía: ‘¡Por favor, comé!’ ‘Má, sé que debo hacerlo, pero no puedo’… ¡No podía! Yo necesitaba entrenar, porque eso liberaba mi cabeza de todo eso que sentía, del contexto en el que estaba. Pero mi entrenadora no me dejaba hacerlo sin los nutrientes adecuados. Es así que me daba un yogurt con dos cucharadas de proteína y ni siquiera eso podía terminar. No había salida. No la veía», disparó.
«A raíz de la alimentación insuficiente perdí mi período durante nueve meses. Me costó tanto recuperarlo como encontrar un equipo de profesionales idóneos. Porque de camino me topé con médicos que no ayudaron para nada. En vez de decirme: ‘Mi amor, estás muy angustiada. Sería mejor que consultaras con un psicólogo’, no dejaban de recetarme pastillas. Para algunos era la tiroides, para otros el Síndrome del ovario poliquístico, entonces si no tomaba tal o cual comprimido tendría más problemas… Y yo no dejaba de tener 18 años”, aclaró Flor Torrente.
«Claro que todos esos medicamentos detonaron otros efectos. Pasé de pesar 43 kilos a 60 en cuestión de días”. En los casting me sugerían: ‘Deberías hacer un poco de gimnasia’. Nadie imaginaba que hacía tres horas diarias. Pero no había forma de revertir los estragos en mi cuerpo: la retención de líquidos, el cortisol por las nubes, y el estrés que todo ese tránsito suponía. ¡Era una bomba de hormonas! Hormonas que mi organismo lograría depurar por completo recién cuatro años más tarde”, arremetió.