El partido entre San Pablo y Talleres de Córdoba jugado este miércoles por la noche en Brasil tuvo un clima picante, de Copa Libertadores, que terminó con incidentes entre jugadores de ambos equipos y también con cruces entre jugadores del conjunto cordobés y policía brasileña. El más ofuscado fue el arquero, Guido Herrera, quien desafió a un policía al que acusó de golpear a un compañero con su escudo. Y algunos jugadores terminaron demorados.
«Son cosas que no tienen por qué suceder», dijo Herrera tras el partido. En el entretiempo, el arquero fue a protestar porque el árbitro del partido hizo repetir un penal en el que se adelantó el arquero cordobés cuando se desató el conflicto. «Yo estaba hablando de buena manera con el árbitro por el penal que cobró y se repitió y una reacción de esas…», relató el arquero.
«Después me lo confirmó que hubiera hecho lo mismo en mi lugar. Defender a un compañero. Son cosas que ensucian esto. Estuve hablando con jugadores de San Pablo y nos daban la razón. Nos dijeron que los policías son complicados y que son cosas que pasan y no deben suceder», agregó Herrera, quien quedó demorado tras el cotejo junto a Lautaro Morales y Juan Portilla.
«Muy caliente. No nos respetaron», se quejó el jugador colombiano tras el partido. «Cosas que pasan en el campo y quedan ahí. Dejan un precedente para tener en cuenta. Una falta de respeto, nos han tratado muy mal. En el partido es caliente, nos rozamos, pero quedan ahí. La policía agredió a un jugador de notros. Son cosas que no se pueden permitir», agregó.
Además, hubo cruces entre jugadores de ambos equipos en el final que terminaron con la expulsión de Miguel Navarro. Talleres terminó perdiendo 2 a 0 y de esa forma acabó segundo en la tabla de posiciones de su grupo detrás de San Pablo por diferencia de gol, por lo que enfrentará a uno de los primeros en los octavos de final de la Copa Libertadores.