Los candidatos presidenciales de México cerraron sus campañas el miércoles, de cara a las elecciones del domingo, en las que la abanderada oficialista, Claudia Sheinbaum, lidera las preferencias para convertirse en la primera mujer en gobernar el país, según sondeos.
El país celebrará los comicios más grandes de su historia, con más de 20.000 cargos en disputa, para renovar ambas cámaras del congreso nacional, la jefatura de gobierno de Ciudad de México, ocho gubernaturas, congresos locales y otros miles de cargos más, informó NA.
Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México y científica de 61 años, sostiene que, de ganar, habrá «continuidad con cambio» y mencionó ajustes a algunos temas clave como en el uso de energías renovables, seguridad y corrupción, aunque evitó exhibir diferencias con su mentor político, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
«En 2018 el pueblo decidió cambiar el rumbo de nuestra historia para iniciar, de manera pacífica, la cuarta transformación de la República», afirmó Sheinbaum ante sus seguidores en referencia al año en que López Obrador asumió como presidente. La abanderada de una coalición opositora, Xóchitl Gálvez, figura hasta 20 puntos porcentuales por detrás de Sheinbaum en la mayoría de las encuestas.
Las elecciones de este año se ven manchadas de sangre, ya que desde septiembre murieron 22 candidatos. El último fue el candidato a alcalde Alfredo Cabrera. López Obrador calificó estas votaciones como un referendo sobre su proyecto, que buscó dar atención a los más pobres del país de 130 millones de habitantes con programas sociales que le ayudaron a cimentar su enorme popularidad.
Sin embargo, persisten otros problemas que ambas candidatas prometieron atender de ganar el domingo, como el magro crecimiento económico, cambio de matriz energética, una crisis de desaparecidos, extorsiones, aumento del robo en rutas y elevados porcentajes de impunidad que podrían ponerle un freno al fenómeno de relocalización de empresas estadounidenses.