Siempre dispuesta a decir lo que piensa sin guardarse absolutamente nada. De esta manera es como se muestra una de las periodistas más destacadas del mundo del espectáculo de nuestro país, tal como es el caso de Marina Calabró, quien se luce tanto en Radio Mitre como en El Observador.
Fue esta vez en Lanata Sin Filtro, el programa que lleva adelante Radio Mitre, donde habló de lo que sucedió en Canal Trece con el debut de José María Listorti en la conducción de 100 argentinos dicen, el ciclo que anteriormente estuvo en manos de Darío Barassi.
«El tema de la plata no es un tema menor en un programa de entretenimiento porque es un incentivo. Da más ganas… Entre las sombras está la escasa promoción de la vuelta… ¿Se habían enterado de que debutaban ayer? Ni idea, y miro que yo miro Telenoche religiosamente», comenzó diciendo.
«Me enteré cuando lo vi al aire. Me parece que tuvo poca promoción y eso nunca está bueno para un programa, así que la gente linda de BoxBish que se pongan un poco con la promoción o que le exijan al canal que la haga. La puestas escenográfica es exactamente igual a la anterior, calcada… Es parecido a todos los programas, todos son azules», apuntó Marina Calabró.
«Yo le hubiera cambiado algo… Pero bueno, si apostamos al clásico, lo hacemos clásico. No se introdujeron ni retoques ni modificaciones al formato original. El desafío de Listorti es encontrar su código de comunicación», afirmó la columnista que no dudó en destacar el trabajo del comunicador. «En las luces puse el oficio de Listorti. Lo que mejor hace es no intentar imitar a Barassi», dijo.
«Hubo tanto Barassi después de él… Nadie es Barassi, me parece que Josema no cae en la tentación de ser un falso gracioso, de hacer chistes forzados. Está bien lo que hace. Eso me gustó. También me gustó que conoce bien el juego, le impone mucho ritmo sin darle vértigo. Lo hace amable. Tiene linda comunicación con los participantes, me gustó mucho su trabajo», aclaró.
Por último, hizo referencia a los participantes que no terminaron de convencer.»Al casting dudé mucho si ponerlo en las luces o en las sombras. Fue un casting sobrio, sin imposturas, sin estridencias. Era un poco un velorio… pero yo odio cuando los participantes van a ser más graciosos que el conductor. Me ponen nerviosa, son pesados», sentenció.