El 12 de junio será un día clave en la Ciudad de Buenos Aires debido a la movilización masiva en contra de la Ley de Bases. Diversos grupos, incluyendo una facción de la Confederación General del Trabajo (CGT), las dos CTA, organizaciones kirchneristas, de izquierda y piqueteras, han convocado a una marcha hacia el Congreso Nacional a partir de las 10 de la mañana. La protesta tiene como objetivo expresar su rechazo a las reformas propuestas por el oficialismo.
Desde el martes por la tarde, militantes de Unión por la Patria se congregaron en la Plaza de los Dos Congresos para una vigilia, preparando el terreno para la movilización del miércoles. Con banderas y pancartas, los manifestantes se instalaron en espera del debate en el Senado. La previa a las protestas fue encabezada por el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, quien organizó una serie de actividades, incluyendo una radio abierta, música y debates sobre las implicancias del proyecto de ley.
Paralelamente, las agrupaciones piqueteras se reunieron en puntos clave de transporte como Liniers, Retiro, Constitución y Once, para desde allí dirigirse en masa hacia el Congreso.
Juan Grabois convocó a los manifestantes a reunirse a las 10 de la mañana en la intersección de Virrey Ceballos e Hipólito Yrigoyen. Poco antes, los miembros de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) tenían previsto concentrarse. Asimismo, el Movimiento Evita y Barrios de Pie llamaron a sus seguidores a encontrarse a las 10 de la mañana en la Plaza Congreso, aumentando el número de personas que se espera que asistan.
El protocolo antipiquetes ya comenzó en los alrededores del Congreso
A primeras horas de la mañana, los manifestantes comenzaron a llegar al Congreso en medio de un fuerte operativo de seguridad destinado a mantener el orden y garantizar la circulación. Las autoridades implementaron el protocolo antipiquete para evitar bloqueos en las principales arterias de la ciudad.
En los días previos, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, criticó duramente a la CGT y la CTA por su convocatoria a la movilización. Bullrich advirtió sobre la posibilidad de incidentes violentos y subrayó que no se tolerarán actos de violencia. «Que no se les ocurra tirar una piedra o levantar una baldosa. Hay límites. Si intentan el uso de la violencia, nuestras fuerzas están listas para actuar», declaró la funcionaria nacional, reafirmando la aplicación del protocolo antipiquete para mantener las calles despejadas.
Bullrich reafirmó la decisión del Gobierno de mantener las calles libres de bloqueos. «No habrá ningún tipo de corte de calle en ninguna manifestación», concluyó.
