Fuertísimo fue lo que se vivió en Cristina Sin Vueltas, el programa que lleva adelante Cristina Pérez a través de Radio Rivadavia. Allí, se escuchó el relato de Maxi, el dueño del bar que sufrió destrozos durante la marcha en contra de la Ley Bases. Los manifestantes rompieron los blindex de las puertas y de las ventanas del local para intentar vandalizarlo.
«Lamento muchísimo lo que te pasó, con todo el corazón…», comenzó diciendo la comunicadora. «La verdad es que es muy triste, muy triste. Somos comerciantes, estamos restaurando la esquina. Es un patrimonio histórico reconocido por la Legislatura», dijo el entrevistado.
«La verdad que nada, te paraliza, estaba anoche en la madrugada para que no me entren, llorando solo. Tengo casi 50 años y no podía creer lo que estaba pasando. Es la impotencia, ¿por qué? ¿Qué necesidad?», se preguntó Maxi realmente quebrado con esta situación.
«No hay derecho, qué injusticia. Me imagino vos contemplando cómo habían destruido tu esfuerzo», sostuvo Cristina Pérez. «Cristina, para que te des una idea, hoy arreglar esto son 10 millones de pesos que no tengo. Todavía no terminamos de restaurarlo, te imaginás lo que es restaurar un bar de 1884, con las cosas que uno se va encontrando, invirtiendo… Esto realmente no sé, no sé cuándo voy a abrir ahora. Disculpame, pero ya no me salen ni palabras», sostuvo él.
«La verdad, Maxi, espero que considerando que es un lugar con esa carga histórica, si hay alguien que te esté escuchando pueda ayudarte, ya que estás haciendo algo que hace a la valoración y a la mantención de la cultura. Espero que algo pase, te mando un abrazo grande. La verdad es un espanto, es muy injusto lo que te pasó, muy injusto», dijo la comunicadora.
«Gracias, gracias, disculpame», sentenció el entrevistado sin poder continuar ante su angustia. «Creo que la angustia de Maxi nos representa, nos conmueve y nos hace empatizar con él. Maxi es la Argentina que quiere salir adelante, que quiere trabajar para lograr sus objetivos, que no quiere robarle nada a nadie, que no quiere destruir a nadie para salir adelante. Una Argentina que construye y otra que destruye», sentenció Cristina.
