Mediante un pequeño comunicado a través de la cuenta de X de la Oficina del Presidente, el Gobierno nacional expresó unas palabras de gratitud a la Republica Popular de China: «Agradecemos la confianza depositada en el plan económicos de nuestro país«. De esta manera, se disiparían las diferencias ideológicas entre ambos países, luego de que Javier Milei planteara, en las elecciones, su negativa a negociar con el gigante asiático.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) June 14, 2024
El miércoles 12 por la tarde, el Banco Central anunció que había logrado un acuerdo con el país asiático para renovar el plazo de pago del swap por 5 mil millones de dólares. El nuevo periodo se extendería hasta julio de 2026 y tendría tiempo de pagarlo hasta junio de 2027.
Para el Gobierno, este acuerdo sería un «alivio para el sistema financiero» y contribuiría a recomponer los balances del Banco Central. También destacaron la relación de cooperación entre ambos países. «El vínculo respetuoso entre China y Argentina es fundamental para el desarrollo comercial y la prosperidad de ambas naciones», afirmó el comunicado de la Oficina del Presidente
La curiosa relación entre Milei y China
No es errado decir que Javier Milei es uno de los mayores representantes de la ideología de libre mercado en el escenario político internacional actual. El libertario construyó su plataforma inspirándose en el norteamericano Donald Trump, a quien admira y que luego de su elección, lo felicitó. Milei guarda un profundo respeto y alineación ideológica con la Casa Blanca de Estados Unidos, razón por la que el país norteamericano lo ve a él y a Argentina con buenos ojos.
Sabiendo esto, además del repetido discurso anti-izquierda de Milei, no sorprende que se haya referido negativamente a la ideología comunista en repetidas ocasiones. Una de sus declaraciones más recordadas es: «Nosotros no vamos a trabajar con comunistas. Ni con Cuba, Venezuela, Corea del Norte, ni con China«.
Pero, a pesar de esto, desde su llegada a la Casa Rosada, Javier Milei comenzó a regular sus discursos contra el país asiático y a replantear su aproximación a uno de los principales socios económicos de Argentina. El 4 de julio, el presidente viajaría a China para reunirse con Xi Jinping.