En los últimos días se desató una guerra impensada entre la familia de Gerardo Rozín y el humorista Roberto Moldavsky. Es que el actor decidió dar una declaraciones acerca de los últimos días de vida del conductor y esto causó un gran malestar. En un principio, Romina Manguel, amiga personal de Rozín, saltó en contra de Moldavsky y hasta lo acusó de haberlo dejado solo cuando más lo necesitó.
Pero la periodista no fue la única que se manifestó encontrá de Moldavsky. Es que Carmela Bárbaro, exmujer de Gerardo Rozín, habló con LAM y se refirió en duros términos al humorista y sus declaraciones sobre el estado de salud de Rozín en sus últimos días. «Moldavsky habló de cosas innecesarias», señaló Carmela, quién además es madre de la hija menor del conductor fallecidos.
Finalmente, Bárbaro cuestionó a Moldavsky al señalar que su hija Elena desconocía algunos datos de los que se la había resguardado y que el actor decidió contar en una nota. «No entiendo porque habló Roberto así. No sabía cuanto sabía mi hija», remarcó. Finalmente, aclaró que la relación entre los hijos de Gerardo Rozín con Roberto Moldavsky es nula: «Los hijos de Gerardo no tienen relación con Moldavsky», disparó.
El relato de Moldavsky que enfureció a Carmela Bárbaro
El 11 de marzo de 2022 una fuerte noticia dejó en shock al mundo del espectáculo: con tan solo 51 años, Gerardo Rozín partió de este mundo. Tan solo un año antes le habían descubierto un tumor cerebral. Fue esta semana que el recuerdo de su muerte volvió a golpear a la farándula, y es que invitado a Bondi, Roberto Moldavsky contó cómo fue su última conversación con el querido conductor.
En Ángel Responde, el ciclo de streaming conducido por Ángel De Brito para Bondi, Roberto Moldavsky recordó: “Rozín se convirtió en mi gran amigo de la vida, padecí muchísimo. A él le gustaba mucho comer afuera, me lo cargué literalmente porque decía ‘yo voy’ y dije no, vamos. Y después al otro día almorzamos en su casa y me dijo: ‘¿Sabés que nos estamos despidiendo, no?’, y le dije: ‘Sí, sé’, y me dijo: ‘¿Me vas a extrañar hijo de puta?’. Esa frase, literal, le dije: “Obvio te voy a extrañar, boludo. Y ya estaba tomada la decisión de que él no iba a seguir con la medicación”.