En un contexto de desafío para la industria pyme, la actividad manufacturera cayó un 19% en mayo en comparación con el mismo mes del año anterior. Sin embargo, no todo son malas noticias, al observar los datos desestacionalizados mensuales, se puede apreciar un crecimiento del 5,3%, lo que sugiere una recuperación paulatina en el sector de las pymes. La baja de la inflación sigue siendo el motor principal de la reactivación del consumo.
Uno de los indicadores positivos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) es el aumento en el uso de la capacidad instalada, que subió ligeramente en 0,2 puntos porcentuales respecto a abril, alcanzando el 68%. Este nivel es similar al registrado hace 11 años, lo que demuestra una tendencia positiva en la optimización de los recursos productivos, a pesar de los desafíos actuales.
A pesar de la leve mejora en mayo, las preocupaciones persisten entre los empresarios, especialmente en relación con las tarifas de energía y transporte. El contexto económico adverso ha obligado al 34,4% de las firmas consultadas a reducir sus gastos operativos, mientras que un 19,9% ha optado por disminuir las horas de trabajo debido a la baja en las ventas. Este ajuste operativo refleja la búsqueda de estrategias para mantener la competitividad y estabilidad financiera en un mercado desafiante.
La baja de impuestos sigue siendo la demanda principal de las pymes al Gobierno nacional
Las medidas que las industrias pymes consideran más urgentes incluyen la reducción de impuestos, una demanda que representa el 33,9% de las respuestas recogidas por CAME. Además, un 14,7% de los empresarios aboga por un estímulo a la demanda interna, mientras que la adecuación de las relaciones laborales es una prioridad para el 14,2%. Estas demandas subrayan la necesidad de intervenciones directas que mejoren la competitividad y eficiencia operativa de las pymes.
Los mayores desafíos identificados por los empresarios son la falta de ventas, que representa el 45,1% de las respuestas, y los altos costos de producción y logística, que constituyen el 32,8%. Estos obstáculos son los más significativos para el crecimiento y la estabilidad de las pymes, que buscan superar las dificultades mediante ajustes operativos y estrategias innovadoras.
En términos sectoriales, los seis segmentos manufactureros del sector pyme experimentaron declives significativos en la comparación anual. Los más afectados fueron “Papel e Impresiones” con una caída del 45,8% y “Químicos y Plásticos” que descendió un 23,9%. Aunque el sector “Textil e Indumentaria” había mostrado signos de crecimiento hasta abril, en mayo registró una retracción del 4,3%. Estos datos subrayan la variabilidad y los desafíos que enfrenta cada sector, aunque también reflejan un esfuerzo continuo por adaptarse y recuperar terreno en un contexto económico complejo.
A pesar de una caída significativa en términos anuales, la industria pyme muestra signos de recuperación y adaptación. El crecimiento desestacionalizado y el uso optimizado de la capacidad instalada son indicadores positivos.
