El presidente Javier Milei estuvo presente en el homenaje a los policías federales caídos en el cumplimiento del deber junto a la vicepresidenta, Victoria Villarruel; la ministra de Seguridad Patricia Bullrich; su hermana y secretaria de la Presidencia, Karina Milei; y oficiales de la fuerza. A pesar de encontrarse los funcionarios más importantes del Gobierno nacional, ninguno habló. En cuanto al presidente, sólo abrió el acto saludando a la Agrupación 2 de Julio.
La presencia de los representantes más importantes del Gobierno marca, una vez más, el compromiso de la administración con las fuerzas de seguridad y el fortalecimiento del sistema penitenciario. El día de ayer, Patricia Bullrich anunció la reactivación de la cárcel de Coronda, en Santa Fe, la cual «será una herramienta clave y un aporte imprescindible para nuestros esfuerzos en la lucha contra el narcoterrorismo en Rosario y toda la provincia».
Aun así, el acto fue breve y corto. Aunque Javier Milei diserta en todos los actos y conferencias a las que acude, esta vez se subió al escenario sólo como persona principal del homenaje. Asimismo, llamó la atención que ninguno emitiera palabra a pesar de la importancia del acto con respecto a las tareas de seguridad que la gestión desempeña.
Las razones pueden ser variadas, pero no se descarta un paso al costado a raíz del mal humor de los mercados, los cuales reaccionaron negativamente a los anuncios del ministro de Economía Luis Caputo. Este martes, la divisa libre se disparó a $1420 y marcó un nuevo récord por segundo día consecutivo. El vocero Manuel Adorni descartó una devaluación y minimizó la situación este mediodía.
Desarrollo del acto
El acto se realizó ante el Monumento a la Bandera, en la ciudad rosarina, donde también se encuentra el monumento a los oficiales caídos en cumplimiento del deber. La locación tampoco es casual, ya que, debido a la situación del narcotráfico, el Gobierno de Javier Milei se comprometió a luchar contra el delito a través del Plan Bandera, gestado hace unos meses junto al gobernador Maximiliano Pullaro.
El comisario general Luis Alejandro Rollé fue uno de los oradores principales del acto, quien hizo un repaso sobre la fundación de la fecha conmemorativa a raíz de la tragedia de 1976 ocurrida en la actual Superintendencia de Asuntos Federales. «Este monumento es símbolo de nuestro sacrificio y compromiso de nuestros mártires», expresó.
A su vez, destacó que las historias de los policías caídos traspasan las estadísticas y los números, y son el ejemplo de «compromiso y determinación» para los agentes actuales y futuros. «El policía federal tiene una vida abnegada y llena de retos, señor presidente. Cada día nos enfrentamos con entereza a situaciones que ponen en juego la capacidad y el profesionalismo. Pero eso nos intimida», profundizó.
Por último, les extendió su pesar a las familias de los oficiales y reforzó la necesidad de honrar a los policías caídos. Después de su breve discurso, se realizó una corta invocación religiosa liderada por el capellán general de la Policía Argentina para bendecir la placa que entregó el jefe de Estado a los familiares.