José María Muscari vive un momento diferente en su vida a raíz de la adopción de su hijo. Sucede que el actor tomó la decisión sumar a su familia a Lucio y confirmó que ya tuvo algunos cruces con el adolescente de 16 años a pocos meses de incursionar en el mundo de la paternidad.
En primer instancia, Muscari aclaró que prefiere no apostar a una relación romántica y enfocarse en reforzar el vínculo con su hijo: «Ahora no hay un amor, estoy muy con el enfoque en el trabajo y con lo paternal».
«Retomé terapia, mi actividad física, cosas que obviamente había dejado de lado para enfocar en mi hijo pero la verdad es que es un gran momento conmigo mismo. Obvio hay entretenimiento, eso nunca falta», reconoció el famoso productor teatral sobre su actividad laboral frente a las cámaras de «Implacables».
Asimismo, José María Muscari habló de los cruces que tuvo con Lucio a pesar de la buena relación que mantiene con el joven: «Cada tanto hay alguna pelea y el vínculo está muy sano, porque lo mejor que le puede pasar a un hijo adolescente después de haber sido adoptado es tener la tranquilidad de poder expresar sus sentimientos, quiere decir que está seguro con quién está y estamos construyendo el vínculo día a día. Eso siempre pasa entre padre e hijos. Se tiene que adaptar a una nueva vida».
Por último, el artista habló del rol de Noelia Marzol, una de sus amigas íntimas, como productora de su propio espectáculo de tango en la noche porteña: «Sé que es un proyecto súper anhelado, creo que está buenísimo que después de toda su experiencia como bailarina, actriz y personaje del medio se aventure a la producción, todo lo que vengo viendo, me parece que está buenísimo».
Fuerte reflexión
«Antes cuando comenzaba a conocer a alguien o a vincularme con alguien y me aparecía esa especie de ilusión. Es como una ilusión un poco perdida que tengo, no sé si tiene que ver con la edad. Bueno, ya estoy más grande, tengo 47, ya no me ilusiono como a los 20 o a los 30. O si esto tiene que ver con un momento personal mío», sostuvo el famoso.
Acto seguido, Muscari decidió concluir con su descargo y afirmó: «Humanamente hablando, es como que no te enganchás con cualquiera porque tu vida está buena y no necesitás un bastoncito para seguirla Pero la verdad es que desearía que se encienda la ilusión. Eso me está faltando, una buena ilusión».