No hay dudas de que Susana Giménez es una de las grandes figuras del mundo del espectáculo. Después de cinco años de ausencia, finalmente este año la diva regresa a la pantalla chica. Una de las figuras que vuelve con ella es Marcelo Iripino. Invitado a Socios del Espectáculo (Canal Trece), el coreógrafo contó todo sobre su regreso y habló a fondo de su relación con la conductora.
«¿Te reconciliaste con Susana? No hablaron por mucho tiempo», le preguntó Rodrigo Lussich, a lo que Marcelo Iripino afirmó: «Nunca me pelee con Susana. En realidad pasó que cuando yo me fui fue como una distancia porque Susana no esperaba que yo renunciara al programa, pero sentí que había cumplido un ciclo. Yo ya había hecho todo».
«Ella me preguntó por qué yo me había ido y yo le dije la verdad. Yo me fui para crecer y porque aparte quise probar el Bailando también, la pasé re mal. No por el Bailando en sí, yo no estoy preparado para semejante espectáculo y exposición, no tengo esa facilidad de pelearse. Me cuesta mucho, me peleo y después me pongo a llorar detrás. Me agarraron ataques de pánico, si hay algo con lo que yo no jodo es con una enfermedad. Yo salía del Bailando con medicación debajo de la lengua. No podía estar de pie», recordó Marcelo Iripino.
«El único consejo que me dio Susana fue cuando yo le conté mi homosexualidad, me dijo ‘sé feliz’. A mí me costaba decir lo que me pasaba por miedo a perder mi trabajo. Ella escucha muchísimo cuando le das consejos, me dijo ‘todo lo que hay que hacer lo voy a hacer’. Ella quiere hacer de todo. Yo me sorprendí cuando llegué porque la vi con una vitalidad y unas ganas de volver, más allá de que tiene un poco de miedo», reveló Marcelo Iripino.
Marcelo Iripino también habló de su paso por Miami, donde vivió por un breve tiempo junto a su marido. «Llegamos a Miami, la primera semana todo bien. Pasando las dos semanas yo caigo en cama, me sentía raro. Me angustia contarlo. Me quedé tirado y no me podía levantar, era llanto y llanto. No había forma de pararme. No sabía que era lo que me pasaba», relató.
«Teníamos que estar seis meses para no perder la green card. Yo en un momento pedí a la Biblia no despertarme nunca más. Yo sentía que estaba solo, que mi cuerpo se estaba debilitando, que me iba a morir pronto. En un momento yo le dije a Marcelo (su marido) ‘me quiero separar’, sentía que no me entendía. Pero en realidad me estaba entendiendo, lo que pasa es que yo no lo podía ver, no veía con claridad»
«Yo creo que fue la pérdida de muchas cosas que yo tuve, muchas cosas que no pude soportar. Por ejemplo, haberme ido del programa de Susana para mí fue muy fuerte. Hoy creo que fue una buena decisión, fue un crecimiento, ahora lo retomo desde otro lugar. Yo no lo llamaría fracaso a lo que pasó en Miami, fue una experiencia de vida. Nada reemplaza lo emocional», cerró Marcelo Iripino.
