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VIDA Y ESTILO

Domaine de la Romanée Conti: el sendero de Borgoña

Acompañanos a descubrir cómo este Borgoña se constituyó como buque insignia de la bodega y por qué es considerado uno de los mejores del mundo.

Grand Cru

En esta entrega indagaremos qué yace bajo la superficie de uno de los productores de Borgoña más famosos y exitosos del mundo: Domaine de la Romanée Conti. Veremos a qué responde su abultado precio, siendo que sus productos más accesibles rondan los 3000 dólares. Asimismo, haremos un recorrido por su vasta historia que, como suele ocurrir con la gama alta de vinos europeos, inicia en la baja Edad Media.

Uno de sus viñedos, el más antiguo, data desde el siglo XII cuando las tierras fueron adquiridas por la abadía de St. Vivant, quedando al cuidado de los monjes. Entonces, era conocido como “Cros des Cloux” que podría traducirse como “cruz de clavos” o, más probablemente, “Cruz trazada con las uñas” (al igual que en el inglés “nails”, “cloux” puede significar tanto “clavos” como “uñas”).

Con el paso de los siglos, el viñedo, que por entonces se conocía como Romaneé, fue disputado en subasta en 1760 por la amante del rey Luis XV, Mme. De Pompadour, y su enemigo, el príncipe Louis-François de Bourbon-Conti. Fue el príncipe quien resultó victorioso y, para celebrarlo, lo renombró Romaneé-Conti. No obstante, la victoria se vería menguada cuando aconteció la Revolución de 1789. En este período, el viñedo fue embargado y nuevamente puesto en subasta. La nueva administración del viñedo recaería en Jacques-Marie Duvault y Sophie Blochet, quienes, de manera subsiguiente, fueron agregando una serie de prestigiosos viñedos Grand Cru de Borgoña a sus dominios.

Meticulosidad y técnica como garantía de excelencia

Entre las razones que ubican a Domaine de la Romanée Conti en la cima del mercado vinícola destaca la calidad de los viñedos, que son de los más selectos, no solo en Borgoña, sino en el mundo. Tal es así que los vinos de Romanéé Conti son producidos exclusivamente de vides Grand Cru (que representan menos del 1% de la superficie en Borgoña). En efecto, en el pináculo cualitativo de la región se hallan tanto el Romanéé Conti, como así también La Tâche. Significativamente, ambos suponen monopoles, es decir que sendos viñedos son controlados por un mismo productor. De manera que podríamos afirmar que Domaine de la Romanée Conti es el único productor que puede elaborar vino de las que son, sin lugar a dudas, las mejores fuentes vitivinícolas de Borgoña y, discutiblemente, del mundo. Aún más, Domaine de la Romanée Conti también posee parcelas en cinco otros viñedos Grand Cru.

Características de producción y compromiso con el entorno

En el viñedo, los dos aspectos más significativos de la filosofía de Domaine de la Romanée Conti son la biodinámica y la baja producción. En lo que respecta a la primera, todos sus cultivos son efectuados de manera biodinámica desde 2007. Esto supone la utilización de técnicas de cultivo orgánicas, prescindiendo de fertilizantes y pesticidas sintéticos, como así también un empleo considerable de compost para enriquecer los suelos. Por otro lado, los vinos de Domaine de la Romanée Conti promedian los cuarenta años y su producción es considerablemente baja, especialmente debido a la técnica de planto de alta densidad; asimismo, durante la cosecha, el proceso de selección de la fruta es exhaustivamente estricto, lo cual contribuye también a una exigua producción. El resultado es un fruto excelentemente balanceado con un potencial increíble de añejamiento. Es esta baja producción lo que contribuye, en parte, a los elevados costos por botella.

El Romané Conti ha variado en su volumen de producción en los últimos años debido a factores tales como las heladas o la caída de granizo. Durante el período comprendido entre 2009 y 2019 la producción osciló desde 3900 botellas, como muy bajo, hasta incluso 7900.

A la hora de describir la experiencia de cata de Domaine de la Romanée Conti nos topamos con la siempre presente insuficiencia del lenguaje que nos obliga a bordear el uso poético. Baste mencionar que lo primero es ser percibido es una sensación de elegancia y delicadeza que, no obstante, pronto reconocemos que el vino continúa su expansión en términos de intensidad, magnitud y concentración al punto de llegar a abrumar los sentidos. No exageramos al compararlo con lo que en la filosofía del arte se conoce como la experiencia de lo Sublime.

Somos conscientes de que la adquisición de un ejemplar de Romanée Conti no es para todos los días pero, ante la posibilidad de una cata de vino que incluya a esta gema de Borgoña, recomendamos enfáticamente no dejar pasar tamaña oportunidad. En verdad se trata de una experiencia movilizadora poco frecuente.