El día de hoy nos trasladamos al centro de Italia, en la región de la Toscana, para abordar el origen y establecimiento de uno de los vinos más preciados del mundo. Para establecer la relación que existe entre el vino y lo que hoy es la Toscana debemos remontarnos hasta la Antigüedad, siglos antes del esplendor del Imperio Romano. La presencia de ánforas etruscas en el sur de Italia y Galia sugieren que ya en el siglo VII a.C. el vino de la región era respetado y exportado. Para el siglo III a.C., encontramos registros escritos de autores griegos sobre el prestigio del vino toscano.
Con la caída del Imperio Romano, y a lo largo de la Edad Media, la elaboración del vino recayó sobre los monasterios. Con el Renacimiento y la aparición de la burguesía y la aristocracia, los florentinos desarrollaron un marcado interés en el comercio del vino de la Toscana. Así, en 1385, Giovani di Piero Antinori se estableció como miembro de la “Arte Fiorentina dei Vinattieri», el gremio de Florencia de productores de vino. Veintiséis generaciones después de Giovani di Piero, la familia Antinori sigue al mando de los negocios combinando arriesgadas decisiones e innovaciones con el máximo respeto por la tradición.
La compañía vitivinícola moderna de Antinori se funda en 1895 con los hermanos Ludovico y Piero. Durante la primera mitad del siglo XX, el hijo de Piero, Niccolò, heredó la dirección de la empresa y extendió su red comercial, tanto en Italia como en el mercado exterior.
A principios de la década de 1990, bajo la dirección del hijo de Niccolò, Piero, la producción anual había aumentado quince veces, dando a la casa una posición dominante en Toscana. Principalmente, ello respondía tanto a la excelente calidad de todos los vinos de la firma, en sus diversos rangos de precios, como y, sobre todo, al trabajo conjunto e innovador de Antinori y el enólogo Giacomo Tachis: el Solaia, dando cuenta así del prometedor futuro para el Cabernet en Italia.
El viñedo Solaia se ubica en el área más soleada de la colina Tignianello, sobre suelos procedentes de margas marinas del período Plioceno, ricas en calizas y esquistos. Las vides disfrutan de temperaturas cálidas durante el día y noches más frescas durante la temporada de crecimiento. En palabras de Marchesi Antinori, los secretos de Solaia son las mejores uvas de los mejores viñedos Cabernet Suavignon, Cabernet Franc y Sangiovese, junto con la pasión, el cuidado y la investigación.
Los dos vinos emblema de la finca, Solaia y Tignanello, se producen a partir de aquellos viñedos y han sido definidos por la prensa internacional como «entre los vinos más influyentes de la historia de la viticultura italiana». Según Marchesi Antinori, Solaia y Tignanello constituyen ambos un desafío continuo y una pasión incesante.
Qué implica la categoría «supertoscano»
Supertoscano es un término que empezó a utilizarse entre enólogos para referir a los más innovadores vini da tavola (cuya traducción sería «de mesa»). Un vino da tavola implicaba que ni siquiera estaban incluidos en el sistema de designación italiano. No obstante, estos vinos constituían algunos de los ejemplares más codiciados de Italia. El sistema de designación garantiza que un vino procede de un territorio específico situado en un mapa. Las designaciones más estrictas incluso garantizan los frutos empleados en el blend. Al no utilizar uvas designadas, el producto caía automáticamente al fondo de la lista: el vino de mesa. Esto es lo que ocurrió con los vinos de Antinori, cuando se agregaron uvas Cabernet Suavignon y Cabernet Franc. Sin embargo, estos frutos estuvieron presentes en la Toscana desde tiempos de la posguerra.
Contrariamente a lo que se creía en los sesenta, la presencia de variedades burdigalenses en vinos toscanos contribuyeron a la creación de un vino tinto complejo e irrefutable. Hoy en día es muy posible hallar vinos supertoscanos con relativa facilidad en el mercado, pero es fundamental tener presente que el término no estará presente en el etiquetado. Una manera efectiva de reconocerlos es observando la etiqueta lateral y buscar allí designaciones tales como «Toscana IGT», «Maremma Toscana DOC» o «Bolgheri DOC». Asimismo conviene tener presentes todos los detalles: los varietales utilizados en el blend, el grado de añejamiento en roble e incluso la elevación desempeñan un papel relevante en el sabor del vino. En efecto, la búsqueda de un ejemplar supertoscano puede constituir una actividad recreativa en sí misma, añadiendo una cuota de expectativa y ludicidad a la experiencia del vino.