Luis Novaresio decidió contar su verdad y habló de la oferta que rechazó. En el marco de la promoción de su nuevo libro de ficción, el comunicador asistió al programa de Susana Roccasalvo y dio detalles inesperados del proceso que afrontó en los últimos meses.
De entrada, el integrante de La Nación+ confesó: «Cuando aparecieron editoriales para invitarme a escribir me decían ‘bueno, vamos a escribir de Milei, de Cristina…’ y yo dije ‘no, no quiero más’. Hago tres horas de actualidad a la mañana y las entrevistas».
«Hace muchos años que tenía ganas de escribir ficción y, particularmente, tenía ganas de contar historias de amor», sostuvo el comunicador frente a las cámaras de Canal Nueve. Asimismo, Luis Novaresio dijo que escribir su novela no fue una tarea fácil: «Costó un montón escribirla. Tenía clarísimo lo que pasaba desde el minuto uno hasta el final. Me costaba mostrarlo, lo que escribía. Esto tiene que ver con la imaginación, así que fue muy lindo. Me discipliné para escribir de lunes a lunes muy temprano».
«¿Cuánto de amistad tienen con Braulio?», le plantearon en el programa de espectáculos y el conductor replicó: «Mañana hace tres años que nos casamos. Nosotros no somos amigos, con tu pareja creo que no sos amigo. Somos compinches, pares, ser atentos a lo que le pasa al otro. El amor tiene un plus, sentís que con ese alguien querés construir a futuro, la amistad es de hoy».
El nuevo rol de Novaresio
«¿Cómo está la paternidad?», indagaron al presentador. «Nos reímos con Vera (la hija de su pareja), nos decimos padrastro e hijastra. Encontramos un lugar distinto, hay un papá, una mamá y yo soy el padrastro, cumplo funciones de paternidad. El vínculo con mío es directo, ya no intermedian el papá o la mamá. Si algo no esperaba era ser padrastro».
En tanto a su historia familiar, Luis Novaresio recordó: «Yo soy hijo de inmigrante italiano que se vino a los 18 años después de pasada la Guerra Mundial, se vino con su papá, con mi abuelo y sus dos hermanos». «Mi abuelo obligaba a cada miembro de la familia comprar un diario distinto, sin saber castellano, para que leyesen y aprendiesen. Mi papá fue una fuente de consulta, en casa había libros, yo veía que mi viejo se quedaba leyendo a la noche y empecé a leer», relató posteriormente frente a la mirada atenta de los integrantes de «Implacables».
