El Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil se reunirá este jueves 18 de julio para definir un nuevo piso salarial y actualizar los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo. Este encuentro ocurre en un contexto donde el salario mínimo en la Argentina ha alcanzado su nivel más bajo en tres décadas, lo que ha generado gran preocupación entre trabajadores y sindicatos.
El cónclave contará con la participación de gremios, empleadores, el Estado nacional y los gobiernos provinciales. La jornada comenzará con una comisión técnica donde se discutirá la propuesta de actualización salarial, y luego se llevará a cabo la sesión plenaria ordinaria del Consejo del Salario, donde se debatirá y buscará un acuerdo final.
En la última reunión de abril, las partes no lograron un consenso, lo que llevó al Gobierno a decretar un aumento del 15% en dos tramos, elevando el salario mínimo de $202.800 a $221.052 en abril y a $234.315,12 en mayo. Para los empleados jornalizados, la hora aumentó de $1.014 a $1.105,26 en abril y a $1.171,58 en mayo.
El salario mínimo sigue en decadencia
A pesar de estos incrementos, el salario mínimo sigue atrasado en relación con la inflación. Según un informe del Centro de Investigación y Formación (CIFRA) de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), el poder de compra del salario mínimo es 32,1% menor que en noviembre del año pasado, debido a una inflación acumulada superior al 136% en el mismo período.
El CIFRA también indicó que, en términos reales, el salario mínimo actual es 53,1% menor que en 2015, situándose en el nivel más bajo de las últimas tres décadas. Esta caída ha hecho que el salario mínimo pierda su función de piso salarial, recordando la situación de desregulación y flexibilización del mercado laboral de la década de 1990.
El informe subraya que el salario mínimo actual sólo cubre el 56,8% de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo, y un 25,6% de la canasta de pobreza. Estas cifras son comparables a las de la crisis de la convertibilidad en 2001/2002, reflejando el retroceso histórico en el poder adquisitivo de los trabajadores.
Ante este panorama, los gremios buscarán en la reunión del Consejo del Salario obtener un aumento significativo que permita compensar la pérdida de poder adquisitivo y enfrentar la inflación. De no llegarse a un acuerdo, el Gobierno podría volver a intervenir decretando un aumento por su cuenta, como ya ocurrió en ocasiones anteriores.
