Es el escándalo que sacude al país. Y es que el vivo que trasmitió Enzo Fernández después de que la Selección Argentina se consagrara campeona de América, donde se pudieron escuchar cánticos contra Francia que fueron considerados racistas, no para de dar que hablar. Quien se manifestó al respecto fue Eduardo Feinmann.
En su programa de Radio Mitre se refirió al descargo que dejó la vicepresidente Victoria Villarruel en sus redes sociales, más precisamente en su cuenta de Twitter, donde defendió al jugador argentino y arremetió contra aquellos que lo criticaron.
Esto trajo consecuencias y la secretaria de presidencia, Karina Milei, tomó cartas en el asunto. «El lío internacional que produjo el videíto de Enzo Fernández», comenzó diciendo el comunicador. «Tuvo que ir de urgencia Karina Milei hasta la embajada de Francia, aquí en la República Argentina», sostuvo.
«Esto lo hizo para reunirse con el embajador francés y pedirle disculpas, en especial, por el tuit de Victoria Villarruel. Una cosa, la verdad, extraña, porque yo no recuerdo una situación igual, porque por lo general, con un embajador se reúne otro embajador o el canciller. En este caso, la canciller Diana Mondino”, apuntó.
De inmediato, Eduardo Feinmann decidió ir por más. “Ese videito provocó que Milei eche a un funcionario suyo, al 2 de deportes. Al 2 de deportes, a Julio Garro, y ahora el problema interno es del presidente, la hermana del presidente con la vicepresidente», sostuvo.
Pero esto no fue todo, ya que además, Eduardo Feinmann leyó un tuit del empresario argentino Martín Varsavsky sobre lo que él vivió. «Mi familia y miles de otras familias fuimos agredidos en la final de la Champions en París, simplemente por ser blancos. Es mejor ser negro en Buenos Aires que blanco en Saint-Denis. Es más seguro ser gay en Buenos Aires que ser gay en muchos barrios musulmanes de Francia. Y es mucho mejor ser musulmán en Buenos Aires que ser judío en Marsella. Argentina es un paraíso en temas raciales en comparación a Francia, donde el odio racial es el pan de cada día», arremetió.
