El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció este jueves que en los próximos días presentará un proyecto para establecer un cambio en la regulación de propinas, utilizadas habitualmente en el sector gastronómico. Al respecto, el titular de la seccional porteña del Sindicato de Gastronómicos, Dante Camaño, dio este viernes su punto de vista, no muy alejado de la posición del gobierno de Javier Milei.
En su anuncio a través de X, Sturzenegger anticipó la iniciativa que “permitirá el pago de propinas utilizando medios electrónicos: una práctica común en el mundo pero que los argentinos no podían elegir”. En este sentido, Camaño defendió la implementación de la propina electrónica al sostener que el cambio es arrastrado por el “imperio” de la tecnología y de las “costumbres de la gente”.
“Sigue todo igual que siempre. Lo que cambia -por imperio de los cambios tecnológicos y de las costumbres de la gente- es que vamos a utilizar otros medios para recibir la propina”, agregó el titular de Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) Capital Federal, en declaraciones a Radio Rivadavia. Y contempló que “la gente se está acostumbrando a salir sin plata”.
“Sale con su tarjeta de crédito, débito, con la sube y QR en el celular. Nosotros también nos tuvimos que adaptar”, explicó el dirigente sindical. Y aseguró que no se necesitan cambios sustanciales en la legislación para reglamentar la nueva modalidad: “Salieron personas a hablar del tema como si esto requiriera una legislación específica. Esto simplemente es un cambio de la costumbre”.
En su posteo anticipando la medida, Sturzenegger aclaró que “la propina seguirá siendo voluntaria, de ninguna manera será obligatoria”, desmintiendo así rumores sobre la supuesta obligatoriedad de las propinas. “En definitiva, el único cambio es que podrá sumarse al ticket”, puntualizó. Tras ello, resaltó que “tampoco será parte del salario, por lo que no generará ninguna contingencia laboral a los empresarios del sector”.
Según comentó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, “es un proyecto donde todos ganan: trabajadores, empresarios y consumidores”. “Dar más opciones siempre es beneficioso. De eso se trata un sistema de mayor libertad económica que propone el presidente Javier Milei”, abundó, y remarcó que “pronto” se darán más detalles al respecto.
El miércoles había surgido el rumor de que el gobierno de Milei estaría preparando un proyecto para establecer la obligatoriedad de las propinas, aunque el mismo se desmintió tajantemente tras el tweet de Sturzenegger. De todas formas, el cambio que se propone es histórico ya que la administración está gestando un escenario para formalizar la propina “de manera oficial” en las facturas que pagan los clientes en locales gastronómicos.
La información inicial indicaba que Milei firmaría a la brevedad un decreto que “mejorará los salarios del sector gastronómico” y que solucionaría el tema de la falta de efectivo, que muchas veces deja a los mozos sin su propina, consignó Infogremiales, llevando adelante así un viejo anhelo de Luis Barrionuevo, titular de Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la Argentina y fugaz aliado de Milei en la campaña electoral.
Si bien en este caso la propina no sería obligatoria ni estaría incluida en el sueldo de los trabajadores, cabe mencionar que a lo largo de los años se buscó que así lo sea. Por 2019, el propio Barrionuevo había solicitado que la misma figure de manera oficial en las facturas de los establecimientos gastronómicos con un laudo del 14%, 16% o 18% del total, según la categoría y facturación del local.
Algunos países donde la propina es obligatoria en restaurantes
En la Argentina la propina no es obligatoria en la actualidad, aunque según los usos y costumbre es común que los clientes dejen un 10% del total de la cuenta en el caso de que les haya gustado el servicio. No obstante, en varias partes del mundo la propina está incluida en la factura. El caso más cercano es el de Brasil, que carga un 10% adicional bajo el concepto “servicio” en la cuenta.
Algo similar ocurre en Francia, dónde el servicio está generalmente incluido en la cuenta (service compris), aunque también es común dejar una pequeña propina adicional que varía entre el 5% y el 10% si el servicio ha sido muy bueno. En los Estados Unidos la propina no es técnicamente obligatoria, pero sí es una cuestión cultural dejar entre un 15% y 20% del total del ticket. Algunos restaurantes sí añaden una propina automática para grupos grandes.