Elisa «Lilita» Carrió dejó por un momento el análisis político duro para observar la relación de Javier Milei con su hermana, Karina. La líder de la Coalición Cívica expresó su preocupación por la «acumulación de poder» que generó este último tiempo la Secretaria General de la Nación. Allí realizó la comparación bíblica entre Moisés y Aaron.
La histórica legisladora ha tenido varias apariciones públicas este último tiempo. Sin embargo, como acostumbra, sus entrevistas se han basado en el análisis político actual y futuro. Como lo marcó desde un principio, Elisa Carrió es una disidente a la gestión libertaria. En esta ocasión prosiguió con su postura opositora, pero lo hizo con una puntillosa observación en el vínculo entre Karina Milei y el Presidente.
Es conocido el fanatismo que tiene Javier Milei con las prácticas del judaísmo. Gracias a su acercamiento a la religión, Argentina se colocó como defensora de la legítima defensa del territorio de Israel. Además de mostrarse muy cercano con los calamitosos hechos que ha sufrido el país con los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA. A tal punto llegó su defensa al milenario pueblo que recibió amenazas por parte de la dictadura iraní.
La Torá se ha vuelto un libro infaltable en el Presidente, incluso antes de llegar al máximo escalafón del Poder Ejecutivo. En algunos casos se lo ha querido comparar con Moisés, quien liberó al pueblo judío de Egipto. En ese contexto opinó Elisa Carrió: «Fijate que él dice «yo tengo un jefe». Claro, el jefe es Moisés, la jefa es Karina, pero Karina no es una creyente. Es tarotista, habla con los perros y espiritista» indicó en el streaming After Chabón.
«Dice que él es el divulgador, pero cambió. Cuando le preguntaron sobre qué dice «la jefa» y respondió «el jefe soy yo». Entonces, vamos a ver un conflicto entre Aaron y Moisés. Vamos a ver cómo se resuelve«, añadió la dirigente comparando a los hermanos bíblicos con el Presidente y la Secretaria General de la Nación.
La exdiputada no sólo comparó a los hermanos Milei con la religión, sino que caló en la crianza del Presidente y el contexto donde vivió: «Cuando ves dónde se crió encontrás muchas cosas y cómo lo trataron también. No vayas a creer que era un asesor premium, estaba tirado en un escritorio. Eso no quiere decir que no sea inteligente en una parte», subrayó.
En la misma línea aseguró que siente compasión por Javier Milei como consecuencia de los destratos recibidos desde niño: «Lo entiendo porque se ve que su infancia ha sido terrible y que el lenguaje de su padre ha sido de una violencia que hoy se expresa. Esas palabras que usa ahora no se puede imaginar en otro lugar que en una casa porque le sale visceral», verbalizó.
Finalmente, Elisa Carrió se enfocó en la hermana del jefe de Estado: «El problema va a ser Karina, ojalá no sea otro López Rega. No sabemos quién es. Ahí hay algunos problemas de sumar poder pueden traer problemas enormes. Nosotros ya vivimos a López Rega», sentenció.