La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) ha oficializado la actualización de los haberes de jubilados y pensionados, así como los montos de las asignaciones familiares para el mes de agosto. Los incrementos serán del 4,58%, alineándose con la inflación de junio.
Esta actualización responde a la aplicación de la nueva fórmula de movilidad que se implementó desde julio y a las resoluciones 389 y 390/2024 publicadas en el Boletín Oficial. La fórmula establece que los valores mensuales se ajusten de acuerdo con la inflación del segundo mes previo al pago. Así, el haber máximo alcanzará los $1.517.094,80.
Para los jubilados y pensionados que perciben el haber mínimo, el Gobierno continuará otorgando un bono adicional de $70.000. Esto eleva la jubilación mínima en agosto a $295.454. Aquellos con haberes inferiores a esta cifra recibirán un bono proporcional hasta alcanzar el monto total.
El documento oficial, firmado por el titular de ANSES, Mariano de los Heros, también establece nuevas bases imponibles para el período devengado en agosto de 2024. La base mínima se fija en $75.933,01 y la máxima en $2.467.787,04. Además, el importe de la Prestación Básica Universal (PBU) será de $103.135,11, y la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) se situará en $180.363,54, ascendiendo a $250.363 con el bono de $70.000.
En cuanto a las asignaciones familiares, la Asignación Universal por Hijo (AUH) se ajustará a $81.010 a partir de agosto. La AUH por Hijo con Discapacidad se incrementará a $263.791, y la Asignación Familiar por Hijo será de $40.505 para el primer rango de ingresos, que abarca hasta $627.230 por grupo familiar.
Los excluidos del cobro de asignación familiar
El texto reglamentario también especifica que cualquier miembro de un grupo familiar con ingresos superiores a $1.660.759 queda excluido del cobro de asignaciones familiares, incluso si la suma de los ingresos del grupo no supera el límite máximo establecido. Esta medida busca garantizar una distribución equitativa y dirigida a los sectores más necesitados.
La implementación de estos ajustes es un esfuerzo por mantener el poder adquisitivo de los beneficiarios de ANSES en un contexto de una inflación que todavía sigue siendo un problema, aunque en los últimos meses ha bajado la intensidad.