El precio de la soja ha caído por debajo de los 380 dólares, alcanzando su valor más bajo en 18 años. Este descenso, que se profundiza en el mercado de Chicago, refleja una caída del 23% en lo que va de 2024, situando el precio actual en 379 dólares por tonelada. Esta situación genera preocupación en la Argentina, uno de los principales países exportadores de este grano.
La baja en el precio de la soja afecta directamente a las reservas del país, complicando aún más el panorama económico. La tendencia negativa en el mercado internacional y la baja del Contado con Liquidación (CCL) a menos de 1.300 pesos no brindan incentivos a los productores para liquidar sus cosechas. Según el economista Salvador Vitelli del Romano Group, esta disminución del precio coloca a la soja en niveles que no se veían desde 2006 en términos reales.
Los productores agrícolas han optado por mantener sus cosechas almacenadas, esperando una mejor relación insumo-producto. Actualmente, se estima que aún quedan 24 millones de toneladas de soja en silobolsas y más de 7 millones de toneladas entregadas pero con precio pendiente de fijación. Este stock representa aproximadamente 13.000 millones de dólares que el campo mantiene a resguardo.
La reticencia a liquidar no solo se debe a la caída en los precios internacionales, sino también a la falta de estímulos en el mercado local. La tendencia a la baja del dólar CCL y la ausencia de políticas favorables han llevado a los productores a optar por financiarse a largo plazo, aprovechando el crédito a baja tasa, en lugar de vender su producción a precios desfavorables.
En el contexto del mercado global, las condiciones climáticas más secas en Estados Unidos habían generado expectativas de subas en los precios de los granos. Sin embargo, los agricultores norteamericanos y brasileños, con grandes cantidades de grano almacenado, aprovecharon para vender, lo que terminó estabilizando los precios a la baja.
Exportación lenta de la soja y del maíz
El gobierno argentino enfrenta un desafío adicional para acumular reservas. La caída en el precio de la soja y la lenta liquidación de las cosechas complican sus planes económicos. En la última semana, la comercialización granaria se sostuvo más por la cosecha de maíz tardío que por la de soja, indicando que aún hay mucho grano por venderse.
La situación se torna aún más tensa para el sector agropecuario. Durante un evento reciente en La Rural, Javier Milei, líder político, pidió paciencia a los ruralistas y desestimó expectativas de anuncios sobre retenciones. Mientras tanto, los productores siguen aguardando un cambio en el panorama que les permita vender su soja en condiciones más favorables.
