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VIDA Y ESTILO

Wehlener Sonnenuhr, la estrella teutona

Los viñedos de Joh. Jos. Prüm son una muestra del éxito de esta magnífica bodega germana. Te invitamos a conocer su historia.

En esta editorial nos interesa explorar, además de las características intrínsecas de los vinos, las historias y las personas detrás de ellos. Es que el secreto detrás de un vino exitoso siempre se sustenta en la pasión, el cuidado y el estudio de los productores casi tanto como del suelo y las condiciones climáticas.

En el caso de Wehlener Sonnenuhr, la historia se sitúa en el vínculo entre una familia y un viñedo. La familia Prüm ha poseído viñedos al rededor del área del valle del río Mosela, ciudad de Stadt Wehlen, en el estado federado de Sajonia, Alemania desde el siglo XII y han habitado en la zona desde incluso antes. Hemos visto ya, en entradas anteriores, las ventajas que conllevan las zonas vitivinícolas medievales.

Si bien es difícil precisar cuándo comenzaron a embotellar y comerciar sus vinos, en 1846 Joducus Prüm pintó, sobre la superficie de un afloramiento rocoso ubicado en el centro de un viñedo, un reloj de sol. Desde ese momento, el viñedo pasaría a conocerse como Wehlener Sonnenuhr, que traducido del alemán significa «el reloj de sol de Wehlen.

Más allá de que hoy pueda parecer una manera de atraer la atención y distinguirse, en el siglo XIX tenía funciones estrictamente pragmáticas. Quienes trabajaban con las vides precisaban una manera de estar al tanto de la hora, y la ubicación en la cara empinada del viñedo resultó clave.

Hacia finales del siglo XIX, la salud de Joducus Prüm comenzó a flaquear y decidió dividir sus terruños entre sus siete hijos, muchos de los cuales comenzaron sus propios negocios relacionados con el vino. La familia Prüm supone el núcleo de la actividad vitivinícola en Alemania, pues muchos de sus vástagos presentan el nombre en la etiqueta.

El astro de la familia Prüm

Entre todas las familias productoras del viñedo Sonnenhur, J.J. Prüm es la que ha obtenido más reconocimiento internacional por sus vinos. Inaugurada oficialmente  en 1911, J.J. Prüm (oficialmente, Joh. Jos. Prüm por las siglas de su fundador, Johann Josef) pasó a través de tres generaciones y, hoy en día, está gestionada por el Dr. Manfred Prüm, que está a cargo de la estancia desde 1969, y su hija Katharina, quien recientemente se incorporó a la empresa. J.J. Prüm posee 13 hectáreas de propiedades a través de varios célebres viñedos en el área del Mosela, incluyendo una parcela en el Sonnenuhr.

Las vides Riesling de Wehlener Sonnenuhr crecen en un suelo de pizarra azul en laderas considerablemente inclinadas y promedian una edad de 80 años. Las uvas son cosechadas a mano, de manera meticulosa, y despalilladas antes de ser aplastadas dentro de tanques de acero. Allí fermentan a su propio ritmo y, casi siempre, con levaduras nativas antes de ser trasladadas a barriles de roble de más de 50 años en los que maduran hasta el embotellado. La estancia produce cerca de 13000 cajas de vino embotellado anualmente.

Notas de cata

El vino de Wehlener Sonnenuhr presenta matices de rojo anaranjado leve en la copa. El aroma remite de manera excepcional a cera de abejas y cáscara de naranja seca, así como una inefable sensación de la historia misma. En boca, el vino desliza naturalmente por la lengua. Presenta un leve dulzor restante y ofrece sabores balanceados a cáscaras de naranja caramelizadas, miel y nueces rostizadas.

Si se desea comer algo con el Wehlener Sonnenuhr, el pan tostado con queso de cabra puede ser buena opción. Aunque desde la redacción sugerimos disfrutarlo acompañado solamente de música de Mozart y algún libro de Goethe.