El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, recibió un verdadero baldazo de agua fría, tras confirmarse este martes que, tras varias idas y vueltas, la planta conjunta de gas natural licuado (GNL) entre YPF y Petronas no se construirá en territorio bonaerense. De esta manera, Buenos Aires se pierde de formar parte de la megainversión, por unos US$ 30.000 millones, de las empresas estatales argentina y malaya.
YPF y Petronas tomaron la decisión teniendo en cuenta que mientras Río Negro ya adhirió al régimen de grandes inversiones (RIGI), Buenos Aires aún está definiendo qué camino tomar. Es por ello que, finalmente, la planta estará ubicada en la zona de Punta Colorada, en la localidad rionegrina de Sierra Grande, donde también se llevará a cabo la puesta en valor y modernización de un viejo puerto en desuso con salida al océano Atlántico.
Tras un estudio encargado a una consultora internacional, la elección que primó fue instalar la planta en Río Negro, por sobre la propuesta inicial de construirla en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, ya había adelantado a primera hora del martes que éste podía ser “un gran día para los patagónicos”. Y remarcó que “el puerto en Río Negro será una gran oportunidad para la región”.
Si bien el RIGI es nacional y constitucionalmente no necesita de la adhesión de las provincias, el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, pidió un gesto de buena voluntad a ambas provincias en disputa. La decisión la tomaron YPF y Petronas tras contratar a la consultora estadounidense Arthur D. Little, que evaluó las condiciones técnicas y económicas de ambas locaciones.
Marín ya había advertido que “sin RIGI, no hay GNL”, en lo que se interpretó como un pedido al Gobierno bonaerense de que se aprobara ese régimen en la Legislatura provincial. Es entonces que analistas explicaron que el RIGI fue una condición insalvable que inclinó la balanza para Río Negro, consignó NA.
Pues, las empresas prestan especial atención a la prórroga de jurisdicción, para que cualquier diferendo legal se resuelva en la justicia de Nueva York, Estados Unidos, o en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial, en reemplazo de la Argentina. Río Negro, por su lado, obtuvo el apoyo político de los gobernadores de la Patagonia y de los sindicatos que representan a los trabajadores petroleros.
Mientras el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, manifestó su adhesión sin condicionamientos al RIGI, movió su maquinaria política para que la Legislatura provincial y distintos municipios también lo aceptaran y prometieran amplias exenciones de impuestos -Ingresos Brutos, Sellos, tasas y demás-, Kicillof se empeñó en redoblar la apuesta de la Ley de GNL, con media sanción de Diputados en 2023 y bastante menos generosa que el RIGI.
Detalles del proyecto
La planta se instalará en Punta Colorada, frente al Golfo San Matías, desde 2031. Antes, se colocarán dos barcazas como unidades flotantes de licuefacción. El proyecto abarca exportaciones de 460 barcos anuales por 120 millones de m3 diarios (MMm3/d) de gas natural y una suma de US$ 15.000 millones en ventas al exterior. Para eso, YPF y Petronas tienen que conseguir un comprador y financiamiento a gran escala. La actual producción argentina alcanza de 135 a 140 MMm3/d de gas natural, por lo que se debería duplicar en siete años.
Además, a principios de julio, Pan American Energy (PAE) anunció un acuerdo con la noruega Golar LNG para empezar a desarrollar el GNL por unos 11 MMm3/d, y también podría definir su ubicación en Río Negro, para eventualmente escalarlo a futuro después de 2027 a unos 27 MMm3/d.