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POLÍTICA

La provincia de Buenos Aires volvió a criticar a Javier Milei: «Tiene un particular ensañamiento»

Desde el entorno del gobernador volvieron a cruzar al Presidente por tener un particular comportamiento con los representantes bonaerenses.

Provincia de Buenos Aires

El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, ha acusado al presidente Javier Milei de intentar perjudicar a la provincia de Buenos Aires y de «abollar» a Axel Kicillof por una supuesta competencia electoral. Durante una conferencia de prensa, Bianco señaló que el presidente está llevando a cabo un «experimento de castigar» a los bonaerenses peronistas, lo cual, según él, no ha dado buenos resultados en términos electorales.

Bianco comparó la actitud de Milei con la de la exgobernadora María Eugenia Vidal, quien, según él, adoptó una estrategia similar y tampoco obtuvo los resultados esperados. «Que Milei deponga su actitud. No le pedimos que nos beneficie sino que le dé a la Provincia de Buenos Aires lo que le corresponde«, subrayó el ministro.

El funcionario destacó que el presupuesto para iniciar o continuar con obras públicas en la provincia ha sido nulo. Específicamente, mencionó dos proyectos clave que han sido excluidos: la planta de Gas Licuado y la construcción del Canal Magdalena, que no están en la agenda del gobierno nacional pese a ser prioritarios para la provincia.

Bianco insistió en que la negativa a instalar la planta de GNL en Buenos Aires no es responsabilidad del gobernador Kicillof, sino una decisión política de Milei. Según el ministro, esta decisión podría estar motivada por un deseo de castigar a los bonaerenses que no votaron por él o porque Kicillof no participó en el «Pacto de Mayo».

«Sea cual fuere, es una decisión política de Milei y lo viene haciendo desde el día que asumió, porque afectó a los ingresos de toda la Argentina y con un particular ensañamiento con la provincia de Buenos Aires«, afirmó Bianco.

El ministro concluyó que la política de Milei no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia centralista y de ajuste que afecta directamente a Buenos Aires debido a su alta concentración industrial, representando el 50% de las industrias del país.