El lunes pasado, el presidente Javier Milei volvió a recibir al expresidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos, en un encuentro que buscó suavizar las tensiones surgidas tras las duras críticas del fundador del PRO al entorno presidencial. A pesar de las diferencias, Milei, que guarda gran estima por Macri, decidió mantener abierta la línea de diálogo, mostrando una voluntad de preservar la relación con uno de los principales aliados de su gestión.
La reunión se desarrolló en un ambiente distendido, con un menú sencillo que incluyó milanesas y flan mixto, tal como en su encuentro anterior. Durante las dos horas que duró la cena, se discutieron varios temas, pero, según fuentes cercanas, no se mencionaron las críticas que Macri había lanzado en su discurso en La Boca ni se realizaron ofrecimientos electorales concretos.
El trasfondo de las tensiones
El trasfondo de la reunión se remonta a las críticas que Macri hizo hacia el asesor presidencial, Santiago Caputo, y la hermana del presidente, Karina Milei, figuras clave en el entorno del libertario. A pesar de la orden de Milei de mantener las formas y evitar confrontaciones con los socios del PRO, el entorno libertario ha mostrado reticencia a ceder terreno en las negociaciones electorales, priorizando la preservación de su capital político.
Desde el PRO, informaron en agencia NA, evitaron hacer declaraciones sobre la cena, pero trascendió que, tras el encuentro, Macri retomó contacto con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y envió mensajes al asesor presidencial en lo que algunos interpretan como un intento de cesar las hostilidades.
La estrategia de Milei y los desafíos del PRO
En Balcarce 50, la estrategia del presidente Milei es clara: mantener el reconocimiento y el respeto hacia Macri, pero sin ceder en cuestiones clave, como la entrega de cajas o recursos. La directiva es «no caranchear» la interna del PRO, que actualmente se divide entre los que apoyan una fusión con La Libertad Avanza, liderados por Bullrich, y los que, como Macri, prefieren mantener la independencia del espacio.
La postura del círculo cercano a Milei es firme: no están dispuestos a «regalar nada» en las negociaciones y priorizan la autopreservación. Esto incluye la intención de consolidar un sistema bipartidista que enfrente al peronismo, debilitado tras las denuncias de violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández, y a La Libertad Avanza, que busca consolidar su dominio en el panorama político.
Los desafíos en la provincia de Buenos Aires y la posible inclusión de Santilli
Uno de los puntos más conflictivos es la situación en la provincia de Buenos Aires, donde las mediciones no son favorables para el PRO, que se encuentra por debajo del 7% de intención de voto, mientras que La Libertad Avanza asegura tener un respaldo cercano al 40%. En este contexto, el entorno de Milei no tiene intención de compartir el podio con el PRO en caso de un eventual triunfo electoral, especialmente en los distritos donde tienen una fuerte presencia.
Sin embargo, hay una figura dentro del PRO que podría ser la excepción: el diputado Diego «El Colo» Santilli. Fuentes cercanas a La Libertad Avanza aseguran que estarían dispuestos a incluirlo en su boleta si decide presentarse por fuera del PRO. Santilli es visto como un candidato viable, con buenas mediciones en la provincia, y ya habría un principio de acuerdo para su inclusión.
La negociación electoral y el futuro de la alianza
A pesar de los esfuerzos de Macri por mantener la alianza, en La Libertad Avanza aclaran que, hoy por hoy, no existen condiciones de igualdad en la negociación electoral. Si bien están dispuestos a escuchar propuestas, cualquier acuerdo será resultado de la «buena voluntad» del Poder Ejecutivo, que no muestra intención de ceder terreno fácilmente.
Este encuentro entre Milei y Macri refleja las complejidades de las alianzas políticas en un escenario electoral cada vez más fragmentado, donde la preservación del capital político y la consolidación de nuevas estructuras partidarias son las prioridades para los actores en juego. Con la mirada puesta en 2025, la tensión entre el pragmatismo y la lealtad seguirá marcando el rumbo de las negociaciones entre La Libertad Avanza y el PRO.