El ex presidente uruguayo José «Pepe» Mujica había sido ingresado de urgencia al Centro Asistencial del Sindicato Médico del Uruguay (Casmu) por un cuadro de deshidratación. Afortunadamente para el uruguayo, fue dado de alta a las pocas horas, luego de que su médica, Raquel Pannone, realizara diversos estudios y concluyera que no había señales de un padecimiento mayor.
«Le realizamos varias tomografías y mostraron que no hay evidencias del tumor. Está frágil, tiene casi 90 años, patologías de base, eso hace que esté más debilitado. Si toma agua, se va a recuperar», detalló la médica. Pannone sostuvo que el debilitamiento de Mujica es debido a las sesiones de radioterapia, que terminaron provocando una fibrosis que empeoró su función renal.
La médica se mostró optimista por los resultados del tratamiento oncológico al que se sometió Mujica a principios de año. Sobre el tratamiento, Pannone destacó: «Fue muy bueno. Tenemos fuertes convicciones de que el cáncer se curó. No tiene más«. Mujica había sido diagnosticado con cáncer de esófago el pasado 29 de abril, padecimiento por el que fue operado rápidamente e inició 30 sesiones de radioterapia para eliminar definitivamente la enfermedad.
A pesar de haberse curado del cáncer, la salud de Mujica quedó en una situación delicada, exacerbada por la avanzada edad del ex líder político. «A los 90 años todo es más lento. Tiene poco caudal venoso por la edad, las patologías y por cosas que a la gente le pasa en su vida», sostuvo su especialista médica y no descartó la posibilidad de que le realicen un tratamiento de diálisis.
Hace pocos días, el referente del Movimiento de Participación Popular confesó en una entrevista con The New York Times que se encontraba «deshecho«. «La vida es hermosa, con todas sus peripecias, amo la vida. La estoy perdiendo porque ya me encuentro en el tiempo de irme», señaló el ex presidente uruguayo de 89 años.
