A un año del fallecimiento de Silvina Luna, desde LAM, el ciclo conducido por Ángel de Brito para América TV, decidieron recordarla a través de un emocionante especial. En el homenaje se escucharon varios testimonios de los seres más cercanos de la querida modelo, palabras que dejaron a más de un televidente al borde del llanto.
Una de las invitadas que habló de su recuerdo de Silvina Luna fue Ximena Capristo, quien recordó emocionada: «Cuando salimos de la casa de Gran Hermano nos pudimos conocer diferente, hasta el último día nos amamos mucho y fuimos amigas, compartimos mucho juntas. Era parte de la familia Silvi, ella tenía las puertas abiertas de casa siempre»
«Estábamos en casa y ella me cuenta cómo venía avanzando todo, dijo ‘voy a estar bien, voy a salir de esta’. Yo también pensé que ella iba a salir de esto. El último día que estuvo en casa pasamos un día hermoso. Yo sentí un poco que era el último día que la iba a ver así bien, no sé por qué. Nosotros la visitamos a los quince días de su internación, estaba estable», continuó.
«La vimos entera y bien, charlamos, la besamos y la abrazamos. Después nunca más la vimos», agregó Ximena Capristo. En tanto, Gabriela Trenchi, otra víctima de Aníbal Lotocki, manifestó: «No me conforma que se pudra en la cárcel, yo creo que él tendría que vivir lo que vivimos nosotras, que padezca todo lo que padecimos, él tendría que estar así, no nosotras»
Por su parte, el Chato Prada, quien trabajó numerosas veces con Silvina Luna, expresó: «Yo la conocí cuando volví de España, yo estaba haciendo Showmatch allá. Volví en el 2001, había terminado Gran Hermano. A ella le interesaban los medios, tenía ganas de estudiar. Recuerdo eso y la recuerdo con una sonrisa enorme, con una luz. Era una mina excelente».
«La conocí a Silvina en el año 2012, yo era novia de su hermano. Siempre fue como una hermana mayor para mí, desde que la conocí conectamos. Ese año ella empieza a transitar la enfermedad, su búsqueda espiritual nos unió mucho. Ella me despertó y me unió a su camino. Charlábamos mucho sobre el mensaje y lo que ella quería transmitir», contó otra íntima amiga de Silvina Luna.
«Silvina quería transmitir que el valor personal no tiene que ver con tu cuerpo, con tu cara, ni tu ropa, tiene que ver con lo que sos como persona y tus valores. Estar firme en eso, amarse y aceptarse a uno por lo que es. La despedida fue difícil porque sentí que era la última vez que la iba a ver, tenía mucho dolor físico, se levantaba llorando y vomitando. Le costaba moverse», siguió.
Finalmente, la amiga de Silvina Luna expresó: «Nos despedimos con una charla muy hermosa y profunda. Me regaló su libro con una dedicatoria que guardo conmigo, me decía que ya nos íbamos a reencontrar, que me amaba y cumpla todos mis sueños, que no deje de luchar. Perderla fue uno de los dolores más grandes de mi vida, pero fue también un mensaje de la impermanencia de la vida, fue un regalo muy grande».