Muy fuerte fue lo que se vivió en A la Barbarossa, el programa que lleva adelante Georgina Barbarossa a través de la pantalla de Telefe. Allí entrevistaron a Martín Murano, el hijo de una de las asesinas seriales que conmocionó a nuestro país, Yiya Murano.
Fue delante de cada uno de los televidentes, que confirmó que su madre lo quiso envenenar, sin embargo, no terminó concretando este acto que para él estuvo planificado. «Me di cuenta de grande», comenzó diciendo antes de relatar lo que sucedió.
«Ella había comprado una torta en una confitería para llevar a una cena. La dejó sobre la mesa, y yo, sin saber, corté un pedazo para comer. Ella lo vio todo y, justo cuando iba a llevarme la porción a la boca, me la arrebató de la mano y la tiró al incinerador», sostuvo.
«No sé si se arrepintió o simplemente no se animó, pero la intención estaba», sostuvo una vez más ante la mirada atenta de Georgina Barbarossa. Sin embargo esto no fue todo, ya que dio una información muy fuerte en torno a lo que le habría hecho su madre.
«Me llevaba a desayunar con uno de sus amantes y le hacía creer que él era mi padre biológico. De hecho, se lo hizo creer a varios hombres. Se decía que invitaba a sus víctimas a casa a tomar el té, pero eso no es cierto. Las reuniones se hacían en una confitería muy famosa cerca de Congreso y, por las mañanas, en un hotel de la Avenida de Mayo», lanzó.
«Era nuestra vecina y vivía con el hermano de mi papá. Esa señora era como una tía para mí porque la hermana de Yiya también era igual que ella. Hoy no tengo relación con nadie de esa familia», finalizó Martín Murano sin guardarse absolutamente nada.
