El Riesgo País de la Argentina registró una notable caída al ubicarse en 1.276 puntos, extendiendo su tendencia bajista de las últimas semanas. Este descenso lo posiciona cerca de su nivel más bajo desde la llegada al poder de Javier Milei, cuando tocó los 1.148 puntos, lo que genera optimismo en los mercados.
Este descenso en el Riesgo País se explica por el aumento en el valor de los bonos soberanos argentinos, destacándose el AL30, que subió a 58,39 dólares, tras haber tocado los 45 dólares el pasado 5 de agosto. Esta mejora refleja la confianza de los inversores en la deuda argentina, a pesar de las incertidumbres que rodeaban al mercado tras el reciente decreto que permitió un canje de deuda en moneda extranjera.
Para Argentina, una reducción del riesgo país significa una mejor perspectiva en cuanto a su acceso al financiamiento internacional, lo que a su vez podría traducirse en menores costos de endeudamiento. A medida que el riesgo disminuye, la nación se vuelve más atractiva para los inversores, lo que puede generar un flujo de capitales hacia el país y, eventualmente, una recuperación económica más sostenida en 2025.
Los dólares paralelos siguen en valores estables y se acercan al tipo de cambio oficial
Otro beneficio importante de esta baja es la estabilización del dólar en el mercado paralelo, que se mantuvo en $1.245, mientras que el dólar MEP se ubicó en $1.205 y el contado con liquidación (CCL) en $1.215. La estabilidad del dólar, sumada a la mejora en los bonos, ofrece un contexto más predecible para las inversiones y la economía en general, favoreciendo la toma de decisiones por parte de actores locales e internacionales.
En comparación con la situación de hace un año, la gestión de Javier Milei ha logrado revertir el deterioro financiero que atravesaba el país. Con un Riesgo País en 2.700 puntos bajo la administración anterior de Sergio Massa como economista, el gobierno actual ha conseguido un avance en términos de confianza internacional. Sin embargo, para conseguir créditos en el mercado internacional, la Argentina debería tener menos de 800 puntos de Riesgo País.
Pese a la mejora, aún quedan desafíos. Los próximos meses serán clave para consolidar esta tendencia bajista y para asegurar que los inversores continúen confiando en la deuda argentina. El éxito en este sentido podría ser determinante para reducir aún más los costos de financiamiento, permitiendo al país un mayor margen de maniobra en términos de política económica.