Los salarios en la Argentina tuvieron una tendencia al alza en lo que va de 2024, superando el ritmo de la inflación acumulada en el mismo período. A lo largo de los primeros 7 meses del año, los salarios acumulan un incremento del 98,1%, por encima de la inflación acumulada, que se ubicó en el 87%.
De acuerdo al último informe disponible del Indec, en julio, los salarios aumentaron un 7,5%, mientras que la inflación del mismo mes fue del 4%. En ese sentido, se detalla que los salarios del sector privado registrado subieron un 6,3% en julio, mientras que los empleados públicos vieron un aumento del 6,7%. Sin embargo, el mayor salto lo dieron los trabajadores no registrados, con un notable incremento del 15,1% en el mismo mes.
En los primeros siete meses del año, los trabajadores del sector privado registrado lograron un incremento salarial del 105,8%, superando a los empleados públicos, que tuvieron una suba del 84,9%, y a los trabajadores no registrados, que alcanzaron un aumento del 95,4%. Estos datos muestran que, al menos en lo que va del año, los salarios están resistiendo mejor que en años anteriores el embate de la inflación.
Este avance en los salarios marca una tendencia favorable desde el inicio de 2024, una señal positiva en medio de un contexto económico complejo. Los datos oficiales indican que, por primera vez en mucho tiempo, los ingresos salariales están ganándole a la inflación, lo que podría tener un impacto positivo en la capacidad de compra de los trabajadores, aunque los desafíos a largo plazo persisten.
Los salarios pierden contra la inflación de los últimos 12 meses
A pesar de estos avances, la comparación interanual revela una situación más desfavorable. En los últimos doce meses, los salarios de los trabajadores registrados subieron un 235%, mientras que los empleados públicos registraron un incremento del 170% y los no registrados, del 178,9%. Sin embargo, estos incrementos quedaron rezagados frente a una inflación interanual del 263%.
Este desfase en la comparación interanual explica en parte el bajo nivel de consumo, incluso en bienes esenciales como los alimentos, y el deterioro de la producción industrial. Ambos factores, históricamente, han seguido de cerca el comportamiento de los salarios y la inflación en el país.
El escenario económico sigue presentando desafíos, pero el repunte de los salarios en lo que va del 2024 ofrece una pequeña luz de esperanza para los trabajadores argentinos. Sin embargo, las presiones inflacionarias a largo plazo y la situación económica general seguirán siendo claves para determinar si esta tendencia positiva se mantiene.
