El miércoles pasado una multitudinaria marcha universitaria protestó contra el veto a la Ley de Financiamiento Universitario que Javier Milei prometió que haría y lo efectivo al día siguiente. En este contexto, diputados opositores pidieron una sesión especial para tratar esta medida del mandatario argentino, en busca de rechazar este veto también.
La sesión, pedida por la Unión Cívica Radical, Encuentro Federal y Unión por la Patria se confirmó para el próximo miércoles 9 de octubre a las 11:00, según convocó Adrián Pagan, secretario parlamentario. Para poder rechazar el veto presidencial, los bloques de la UCR, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, la izquierda y UxP deberán reunir el respaldo de los dos tercios de los diputados que estén presentes en la sesión.
Esto quiere decir que necesitan cerca de 171 diputados para rechazar el veto de Javier Milei, quien apuesta nuevamente a las 87 bancas para que se mantenga su decisión. En este marco, el papel del PRO será determinante y tanto oficialismo como oposición negocian con el espacio macrista para obtener los votos necesarios.
En breves cuentas, si el PRO brinda 34 de sus 38 votos a la oposición, es probable que se rechace el veto y que La Libertad Avanza recurra a la Justicia, tal y como adelantó el ministro de Economía, Luis Caputo, que harían. De no ser así o que sea todavía más dividido, probablemente salga victorioso el Gobierno. Sin embargo, esta sesión es seguida de cerca por gran parte de la sociedad y la relevancia del caso podría hacer que algunos se den vuelta y voten distinto a cómo lo hicieron en agosto.
El antecedente
La última vez que los bloques opositores habían buscado rechazar el veto presidencial, en ese caso al aumento de las jubilaciones, fracasaron en ese intento, ya que el oficialismo, junto al PRO, el MID, Independencia, Producción y Trabajo y cinco radicales alcanzaron 87 votos y, con eso, se superó el tercio para mantener el decreto del Poder Ejecutivo.
Después de esto, Javier Milei organizó un asado con «los 87 héroes» para celebrar el respaldo al Gobierno. Sin embargo, este caso es distinto porque muchos diputados se recibieron en universidades públicas y sería ir en contra de su formación, además de que el PRO apoya la educación pública, pero no así los gastos excesivos en el Estado, lo que genera una situación de contraposición.
