Minutos después de haber informado el índice de precios al consumidor (IPC) de septiembre, que mostró una merma respecto del mes anterior, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó este jueves un dato desalentador: la canasta básica total subió 2,6% en el noveno mes del año, por lo que una familia tipo necesitó casi $ 965.000 para no caer en la pobreza.
Según precisó el Indec, el precio de la canasta básica total aumentó durante septiembre 2,6% por lo que un grupo familiar integrado por una pareja con dos hijos, necesitó de $ 964.619 para comprar la comida indispensable, indumentaria y transporte, y no caiga en el segmento de pobreza, que en el primer semestre de 2024 alcanzó el 42,5% de los hogares, en los cuales reside el 52,9% de las personas.
El organismo estadístico dio cuenta también que el costo de la canasta básica alimentaria, que sólo reúne la comida mínima para la subsistencia, aumentó 1,7% el mes pasado, por lo cual el mismo grupo familiar necesitó contar con ingresos por $ 428.719 para no caer debajo de la línea de la indigencia.
En los nueve primeros meses del año la canasta básica total aumentó 94,6% y la canasta alimentaria, 78,1%. Esta diferencia se debe a que las tarifas de los servicios públicos, y el transporte, se encontraban con mayores aumentos, a diferencia de lo que pasaba durante el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
La pobreza alcanzó al término del primer semestre del año el 52,9%. Así, se ubicó por encima del 41,7% de finales del año pasado y del 40,1% del período enero-junio del 2023. Por su parte, el índice de indigencia -los pobres cuyos ingresos no son suficientes ni siquiera para comprar la cantidad mínima de comida que permita la subsistencia- se ubicó en 18,1%. A finales del año pasado había trepado al 11,9%, y en enero-junio del 2023 se ubicaba en 9,3%.